23 diciembre, 2010

Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela

http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2008/ley_1214_2008.html

LEY 1214 DE 2008
(julio 16)
Diario Oficial No. 47.052 de 16 de julio de 2008
CONGRESO DE LA REPÚBLICA

Por medio de la cual se aprueba el Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990).

EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:
Artículo 1o. Apruébase el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa.
Artículo 2o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1o de la Ley 7ª de 1944, el Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa que por el artículo 1o de esta ley se aprueba, obligará al país a partir de la fecha en que se perfeccione el vínculo internacional respecto del mismo.
Artículo 3o. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación.


La Presidenta del honorable Senado de la República,
NANCY PATRICIA GUTIÉRREZ CASTAÑEDA.
El Secretario General del honorable Senado de la República,
EMILIO RAMÓN OTERO DAJUD.
El Presidente de la honorable Cámara de Representantes,
OSCAR ARBOLEDA PALACIO.


Acuerdo para el desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela.
El Gobierno de la República de Colombia y el Gobierno de la República de Venezuela. Considerando, la Declaración de Ureña, firmada por los Presidentes de ambos Estados, el día 28 de marzo de 1989 en el Puente Internacional General Francisco de Paula Santander;
Considerando, las conclusiones de la reunión de la Comisión Binacional de Integración Fronteriza colombo-venezolana; celebrada en Maracaibo los días 25 y 26 de agosto de 1989 y ratificadas en la reunión celebrada en Cúcuta los días 29 y 30 de septiembre de 1989;
Considerando, la declaración firmada por los Presidentes de Colombia Virgilio Barco y de Venezuela Carlos Andrés Pérez, en el Puente Internacional General Francisco de Paula Santander el 5 de octubre de 1989.
Han convenido en lo siguiente:
ARTÍCULO 1.
Las Partes se comprometen a colaborar en el desarrollo conjunto de planes, programas y proyectos tendientes a mejorar las condiciones de vida de sus respectivas poblaciones indígenas Wayúu ubicadas en las zonas adyacentes a las fronteras de la República de Venezuela y de la República de Colombia en atención a las necesidades de dichas poblaciones.
ARTÍCULO 2.
Serán órganos de ejecución del presente Acuerdo, por parte de la República de Venezuela, la Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana, Corpozulia, y por parte de la República de Colombia la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, Corpoguajira.
ARTÍCULO 3.
Las partes coordinarán las obras y acciones necesarias entre las entidades competentes de cada una de ellas a fin de hacer posible la elaboración y ejecución de proyectos binacionales para el desarrollo de las comunidades indígenas Wayúu de cada una de las Partes.
ARTÍCULO 4.
Para el logro de los objetivos generales del Acuerdo, las Partes desarrollarán las acciones siguientes:
1. Realizar un censo simultáneo de sus respectivos nacionales indígenas Wayúu, domiciliados en las zonas adyacentes a las fronteras de cada país.
2. Elaborar un estudio para determinar el establecimiento de un medio de identificación que permita a los nacionales indígenas de cada Parte Contratante el libre tránsito a través de las fronteras de ambos Estados.
3. Elaborar un estudio que conduzca al fortalecimiento de la educación intercultural bilingüe. Este estudio contemplará, principalmente, aspectos como la capacitación de docentes, la investigación etnocultural, la provisión de becas para estudios de educación técnica y superior, de nivelación para su ingreso a la universidad y dotación de escuelas a estudiantes indígenas Wayúu de ambas Partes.
4. Elaborar conjuntamente un plan para el aprovechamiento de los recursos hídricos de La Guajira, con el fin de buscar soluciones al problema de suministro de agua a la población indígena Wayúu de ambas Partes contemplando diferentes alternativas tales como jagüeyes, molinos de viento, pozos profundos y/o superficiales, pozos anillados, etc.
5. Estudiar la posibilidad de establecer una estación binacional para investigación y aprovechamiento de las zonas áridas y semiáridas con el fin de determinar los bienes y servicios que estos ecosistemas pueden aportar al desarrollo de las comunidades rurales ubicadas en ellos, y para práctica de algunas actividades como la capricultura, cunicultura, agricultura, apicultura, piscicultura y pesca.
6. Encomendar a Corpozulia y a Corpoguajira la elaboración, en coordinación y con la asesoría de las entidades del ramo en cada Parte, de un estudio para establecer el uso común de los servicios hospitalarios y de centros y puestos de salud, en la zona fronteriza habitada por la población indígena Wayúu de cada Parte-Contratante, realizar conjuntamente campañas sanitarias y de control epidemiológico en dicha zona, así como propiciar que los estudiantes del último año de medicina de ambos países, realicen su internado y año rural en la zona común de la frontera Colombo-Venezolana.
7. Promover la investigación sobre la problemática de la población indígena Wayúu de ambas Partes, en los Centros superiores de educación, que permita a los estudiantes aplicarlos en proyectos concretos que mejoren el nivel de vida de los habitantes de esa zona adyacente a las fronteras de ambos Estados.
8. Estudiar conjuntamente la posibilidad de establecer un régimen especial para que los productos que conforman la alimentación básica del grupo familiar queden liberados de gravámenes y formalidades arancelarias.
ARTÍCULO 5.
Las Partes podrán convenir la inclusión de cualquier otra actividad que consideren necesaria para el logro de los objetivos del presente Acuerdo.
ARTÍCULO 6.
Las Partes definirán conjuntamente los mecanismos de financiamiento para cubrir los gastos de ejecución de este Acuerdo, a través de Corpozulia y Corpoguajira.
ARTÍCULO 7.
Corpozulia y Corpoguajira elaborarán un Plan Anual de Operaciones que concretice el presente Acuerdo.
El Plan Anual de Operaciones incluirá los términos de referencia de las acciones previstas en este Acuerdo o de las que se incluyan posteriormente, especificando objetivos, cronogramas de trabajo indicando fecha de iniciación y terminación, cantidad y características de los recursos programados y la contribución de las Partes.
ARTÍCULO 8.
Los representantes de Corpozulia y Corpoguajira se reunirán regularmente, por lo menos dos veces al año, para elaborar el Plan Anual de Operaciones, evaluar las actividades realizadas y hacer los ajustes que consideren necesarios al Plan de Operaciones y proponer si fuere el caso, modificaciones al presente Acuerdo.
ARTÍCULO 9.
Corpozulia y Corpoguajira contarán con el apoyo técnico de las entidades competentes en cada país, para estructurar, ejecutar y evaluar las actividades que se estipulen en los planes, programas y proyectos a desarrollar.
ARTÍCULO 10.
El presente Acuerdo entrará en vigor en la fecha en que las Partes se notifiquen por escrito haber cumplido con los requisitos exigidos por sus respectivas legislaciones internas para su aprobación. Tendrá una duración de cuatro (4) años, prorrogables por períodos iguales y podrá ser denunciado en cualquier momento, por cualquiera de las Partes mediante notificación escrita a la otra Parte, con sesenta (60) días de anticipación.
Firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa, en dos (2) ejemplares en español, igualmente auténticos.
Por la República de Colombia,
FRANCISCO JAVIER DAZA TOVAR,
Presidente Junta Directiva
Corporación Autónoma Regional de La Guajira.
Por la República de Venezuela,
EZIO RINALDI,
Presidente
Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana.
RAMA EJECUTIVA DEL PODER PUBLICO
PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Bogotá, D. C., 20 de junio de 2003.
Aprobado. Sométase a la consideración del honorable Congreso Nacional para los efectos constitucionales
(Fdo.) ÁLVARO URIBE VÉLEZ
La Ministra de Relaciones Exteriores
(Fdo.) Carolina Barco Isakson.
DECRETA:
Artículo 1o. Apruébase el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990).
Artículo 2o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1o de la Ley 7ª de 1944, el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990), que por el artículo 1o de esta ley se aprueba, obligará al país a partir de la fecha en que se perfeccione el vínculo internacional respecto del mismo.
Artículo 3o. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación.
Dada en Bogotá, D. C., a los
Presentado al honorable Congreso de la República por el Ministro del Interior y de Justicia y el Ministro de Relaciones Exteriores.
Ministro del Interior y de Justicia,
CARLOS HOLGUÍN SARDI.
Ministro de Relaciones Exteriores,
FERNANDO ARAÚJO PERDOMO.
REPUBLICA DE COLOMBIA - GOBIERNO NACIONAL
Comuníquese y cúmplase.
Ejecútese, previa revisión de la Corte Constitucional, conforme al artículo 241-10 de la Constitución Política.
Dada en Bogotá, D. C., a 16 de julio de 2008.
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
El Viceministro de Relaciones Exteriores, encargado de las funciones del despacho del Ministro de Relaciones Exteriores,
CAMILO REYES RODRÍGUEZ.

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Indígenas Wayuú son desplazados por matanzas en La Guajira

16 Septiembre de 2010 | Crónicas emigrantes | Uribía (Colombia)

Por: claudio epieyu henriquez

2.000 Indígenas Wayuu abandonaron 200 casas de Bahía Portete, en Alta Guajira y huyeron tras una serie de matanzas.

Los habitantes huyeron el pasado 18 de abril. Ese día, cuentan indígenas que ahora están desplazados en Uribia, un grupo paramilitar recorrió las rancherías de Bahía Honda, Way, Punto Fijo, Media Luna y Portete -a más de cuatro horas en carro de Uribia atravesando el desierto-, saquearon sus ranchos, quemaron un vehículo con una niúa adentro y atacaron a golpes de hacha y machete a mujeres y niúos.
Hoy, en Media Luna, un espejo atravesado por palos en las tumbas de Rosa Fince Uriana y Margoth Ballesteros Epiayú marca la declaratoria de venganza de familias indígenas wayuu contra paramilitares de Jorge Tovar Pupo, llamado 'Jorge 40' o 'El Papa Tovar', uno de los jefes del Bloque Norte de las Auc. A sus 200 hombres en La Guajira, que conforman el llamado Bloque Contrainsurgencia Wayuu, la gente y las autoridades les atribuyen la matanza.
Rosa y Margoth, de 40 y 60 aúos, son dos de las víctimas de ese día. Cayeron dentro de una guerra que se libra en La Guajira desde hace dos años, tras la llegada de los 'paras', traídos por capos y algunas familias locales comprometidas con negocios ilícitos.
Cuentan los wayuu que en su recorrido los 'paras' robaron 'tumas' (piedras preciosas para el trueque, el pago de dotes y deudas) y profanaron lo más sagrado para esta etnia: sus cementerios.
El relato lo corrobora una comisión de la Fiscalía Seccional La Guajira y la Brigada de Homicidios de la Sijín, al mando de Roberto Hernández Espelete, jefe de Policía Judicial del CTI de Riohacha, que halló los cadáveres el pasado 11 de mayo.
Las mujeres son las primeras víctimas identificadas de la incursión que, según los indígenas, dejó 12 muertos y 30 desaparecidos. La comisión estatal, que recorrió durante una semana el desierto, ha hallado tres cuerpos y parte de un cuarto. Hernández confirmó que hay dos desaparecidas más: Diana Fince Uriana y Reina Fince Pushaina.
María Isabel Smith, directora seccional de Medicina Legal, dijo que junto a una de las mujeres muertas se halló el brazo incinerado de una pequeña, a la que se le tomaron muestras de ADN para identificarla.
La otra víctima identificada es Rubén Epinayú, de 19 aúos, a quien, cuentan los indígenas, lo arrastraron un kilómetro amarrado a un carro y luego le dieron un tiro en la cabeza.

"Es probable que los 'paras' hayan iniciado un recorrido por rabia, no selectivo sino indiscriminado para sembrar terror y demostrarles a losWayuu que ahora ellos tienen el poder", asevera una fuente de la Fiscalía.

Como sea, lo cierto es que con el espejo (que se ve acompañado de galletas, gaseosas y algo de dinero que los deudos dejan a sus muertos), las familias de las víctimas les notificaron a los criminales que cobrarán venganza. Los palos, cuentan los wayuu, son para que no puedan correr mucho.

Lío por coca
Según los organismos de seguridad, estos crímenes estarían ligados a la pérdida de una tonelada de cocaína de 'Jorge 40', a quien señalan como propietario de los cargamentos devueltos el año pasado a los 'narcos' por policías del Atlántico.
La droga habría desaparecido a comienzos de marzo de los centros de acopio en Bahía Portete y Maicao cuando iba a ser embarcada por 'Caúarete' y José María Barros, 'Chema Balas'. A este último, nativos, comerciantes y autoridades de la región lo señalan como el capo Wayuu que trajo a los 'paras'. Su familia, además, controla el puerto de Portete hace más de tres décadas.
Según fuentes oficiales, la cocaína habría sido robada por los 'Conoconitos', un grupo delincuencial integrado por indígenas que de tiempo atrás comete toda clase de atropellos en la zona y que no pudo ser sometido por los 'paras'. Dos días antes del ataque a las rancherías, ese grupo emboscó en Poropo, en pleno desierto, un convoy paramilitar y le produjo seis bajas.
Los 'Conoconitos' hicieron quedar mal a 'Chema Balas' con los 'paras', haciéndolo aparecer como el responsable de la pérdida, lo que desató la cadena de muertes en la Alta Guajira, pero también en Riohacha y Maicao. Esa seguidilla de crímenes aún no para y solo en la última semana ha dejado al menos una docena de muertos más.
Indígenas que dialogaron con este diario a condición del anonimato dijeron que el día de la matanza los 'paras' andaban tras Vicente Gutiérrez, a quien unos describen como simple trabajador y otros como jefe del clan Fince, una familia con tierras en los alrededores de los puertos. Gutiérrez, para vengar los desmanes de los 'paras' con los indígenas y la muerte de dos jóvenes de su clan, habría revelado la localización de la coca a los 'Conoconitos'.

El reino del terror
La matanza del 18 de abril, que derivó en el mayor éxodo Wayuu de la historia, es un episodio más dentro del avance paramilitar que ha sembrado el terror en La Guajira.
Hoy, por cuenta de esa cadena de hechos, vientos de guerra atraviesan La Guajira. Las víctimas han sido, principalmente, de las familias Fince, Uriana y Epiayú.
Las autoridades coinciden en que todo hace parte de una estrategia de los 'paras' de 'Jorge 40' para controlar los puertos y los comercios ilícitos que se han movido tradicionalmente por esta tierra de la ilegalidad.
Veteranos del contrabando como pocos, primero de mercancías y licores, luego de marihuana, más tarde de combustible y ahora de armas y cocaína, un puñado de Wayuu aprendieron a sobrevivir en medio de refriegas y a hacer de cada trocha del desierto un camino del comercio ilícito, ajeno por completo a la mayoría de los 70.000 indígenas que habitan la región.
El control de los puertos del que han vivido por décadas unas pocas familias, cobrando a contrabandistas y narcos por su uso sin importar si las mercaderías son legales o no, está hoy amenazado por 'paras' y narcotraficantes.
Los hombres de 'Jorge 40' llegaron hace unos dos años por petición de varios capos guajiros que sacaban la droga e ingresaban armas por los cientos de kilómetros de bahías de la Media y Alta Guajira, y de comerciantes de Maicao que buscaban proteger sus camiones del saqueo en el desierto.
"El matrimonio 'paras'-narcos marchaba bien hasta que los hombres de 'Jorge 40' decidieron apoderarse de todo -explica una alta fuente de la Fiscalía-. Han quitado del camino a quienes se les han opuesto o no han querido negociar, resquebrajando sus alianzas iniciales".
En esa estrategia de dominio total, los 'paras' inclusive asesinaron a dos intocables del comercio en Maicao: Mario Cotes -líder del contrabando de armas, gasolina e insumos para la guerra- y Luis ángel González Boscán, narco requerido por la Fiscalía y la DEA, asesinado el pasado 7 de marzo.
Según las fuentes, hoy los 'paras' controlan el 90 por ciento del narcotráfico en La Guajira, cobran vacunas a transportadores, dueños de negocios en Maicao y se quedaron con el comercio en algunas zonas del desierto.
Comerciantes de Maicao revelaron a soyperiodista.com que deben pagarles 500.000 pesos por cada camión que se carga con mercancía. "Un solo barco puede requerir hasta 20 camiones; los entramos legalmente, pagamos impuestos del 4 por ciento a la DIAN y aún así debemos pagarles a los 'paras'. En un solo mes pueden llegar hasta 500 camiones y quien no pague, es hombre muerto", dice un comerciante de la ciudad, en donde este año han sido asesinadas 58 personas. La mayoría de los crímenes son atribuidos a los 'paras'.
También, dicen las fuentes oficiales, despojaron a clanes guajiros del tráfico de gasolina.
"A cada camión le cobran 30.000 pesos y son 100 vehículos diarios los que entran la gasolina al centro de acopio de Maicao, manejado por una cooperativa conformada por indígenas intimidados por los 'paras' ", explican guajiros relacionados con ese comercio.

En pie de lucha
"Lo más grave de esta guerra es el componente étnico, que le da una connotación que no tiene ningún otro conflicto en el país. Los Wayuu lo perciben como la llegada de elementos foráneos que quieren despojarlos de su tierra", dice un conocedor de esa cultura.
Por eso, agrega, las mujeres y los niños huyeron mientras los hombres se quedaron escondidos en el desierto para luchar contra los arijunas (blancos), que pretenden desterrarlos de su territorio.
Las autoridades sospechan también que tras el conflicto se camuflan peleas internas de bandas de contrabandistas y capos guajiros, e incluso de clanes indígenas.
Las autoridades coinciden en que guajiros comprometidos o no con la ilegalidad están armados y dispuestos a defender con sangre su territorio y su hegemonía. Se dice que han llegado indígenas de Venezuela (los Wayuu son una etnia binacional) para ayudarlos a librar la batalla.
La situación ha llegado a tal punto que el pasado miércoles el propio 'Jorge 40' entregó al alto Gobierno una carta en la que recoge su versión de la problemática en la Alta Guajira.
En ella, el jefe 'para' alega que no han atropellado a los Wayuu y atribuye la situación a una pelea que su grupo sostiene con bandas guajiras que se dedican a traficar, contrabandear y secuestrar, aliadas con las Farc.
El terror, en todo caso, sigue recorriendo la región. Centenares de inocentes han huido de los atropellos y todo el mundo teme denunciar. Los desplazados inclusive han llegado a Maracaibo (Venezuela).
"Nos están matando a todos y lo que le pedimos al Gobierno es que nos defienda, que mande a la zona militares y policías honestos o que nos dé la posibilidad de defendernos. Si nos dejan armar, en un mes no queda un solo 'para' en La Guajira", sentencia otro comerciante.
Cientos huyen de sus rancherías, ajenos al conflicto entre paramilitares y capos guajiros y a fortunas amasadas de paisanos suyos en el narcotráfico.
Se fueron de Portete, que hasta hace unos cinco años era un emporio comercial y portuario por donde entraba la mayor parte del contrabando.
El puerto, que movía hasta 3 millones de dólares diarios y les daba trabajo a unos 3.000 indígenas, hoy luce como un pueblo fantasma. Las familias están refugiadas en Uribia y Maicao y!muchos han atravesado la frontera con Venezuela rumbo a Maracaibo.
"Algunos están en malas condiciones, durmiendo en potreros en cajas de cartón", explica Laura Andriolis Arévalo, secretaria de asuntos indígenas de La Guajira, que ha encabezado comisiones de ayuda humanitaria para llevarles alimentos y atención en salud.
El desplazamiento es tema de preocupación de las autoridades venezolanas, que el miércoles pasado enviaron a 200 oficiales del Destacamento de Frontera No. 26 a la región por donde están entrando los desplazados.
La Cruz Roja, seccional Zulia, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), dijeron que han censado a 191 personas.
El coronel Nelson Chawes, comandante del Batallón Cartagena, quien admite que allí se han presentado varios hechos de violencia, dice que el éxodo también es consecuencia de las medidas del Gobierno Nacional que pusieron freno al tráfico de cigarrillos, whisky y telas e hicieron que el comercio de Maicao se viniera a pique. "Como ya no hay tanto contrabando, y Portete está cerrado, los indígenas están regresando a su territorio en Uribia", explica el oficial.
Sin embargo, para fuentes civiles que pidieron el anonimato, la disminución del contrabando no es la causa del éxodo, pues el 90 por ciento de los 70 mil indígenas que se estima habitan la Media y Alta Guajira sobreviven del pastoreo y la pesca.

La lucha contra los ilegales
Los múltiples problemas de La Guajira se derivan de la Sierra Nevada, dice el coronel Nelson Chawes, comandante del Batallón Cartagena, responsable del orden público en la zona.
Explica que hay presencia de las Farc sobre la serranía del Perijá, al mando de 'Iván Márquez', que compra armas, explosivos, uniformes y pertrechos para surtir a los frentes 41, 51 y 19, que les disputan el territorio a las autodefensas en busca de una salida al mar.
Los 'paras', a la vez, dominan el tráfico de coca y disputan el de gasolina. Solo este año, tropas a su mando les han incautado 40.000 galones que iban rumbo a Santa Marta. "Entre Mingueo y Palomino, todo el mundo les camina a las Auc", admite el oficial, que para contrarrestar la presencia de los armados y los capos ejecuta las operaciones 'Emperador' y 'Espartaco'.
"Son ofensivas y sostenibles para reducir los múltiples delitos que se unen en esta tierra de la ilegalidad", explica Chawes, que en ocasiones se ve corto de hombres para atender tantos flancos y controlar los 18 mil kilómetros cuadrados de desierto.
En asocio con la Fiscalía, el Ejército ha destruido al menos cuatro laboratorios y una plantación de 300 hectáreas de coca. También, han capturado y judicializado a varios miembros de las Auc.
Igualmente, dice Chawes, se combate a delincuentes comunes y a algunos indígenas que asaltan camiones y hacen secuestro 'express' en las carreteras del departamento.


Guatemala: “Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio con la Madre Tierra”

http://www.biodiversidadla.org/Principal/Contenido/Noticias/Guatemala_Los_mensajes_de_nuestros_abuelos_nos_ensenan_a_vivir_en_equilibrio_con_la_Madre_Tierra


Guatemala: “Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio con la Madre Tierra”


Pueblos indígenas
Después del fracaso del COP16 en Cancún, conversamos con Dolores Sales, del pueblo indígena maya Mam de Guatemala, acerca de las luchas de las comunidades indígenas mayas contra las empresas transnacionales y los gobiernos que buscaron beneficiarse de su trabajo, sus conocimientos ancestrales, y sus territorios.
Dolores pertenece a la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina de Guatemala, y es parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo –CLOC- y de Vía Campesina Internacional.

Hace unos días, mientras los gobiernos negociaban una salida sin compromisos en la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático en Cancún, concluyó el Foro Global por la Vida, la Justicia Ambiental y Social, de la Vía Campesina con la participación de muchas organizaciones sociales del mundo. ¿Por qué ha decidido concurrir a ese Foro La Coordinadora Nacional Indígena y Campesina de Guatemala –CONIC-?

Hemos decidido ir porque creemos que hay que denunciar las injusticias que están haciendo los gobiernos, las reuniones que se han hecho a espaldas del pueblo para continuar con las políticas neoliberales que atentan contra nuestra vida comunitaria y contra nuestras organizaciones, que tienen que ver con la explotación desmedida de los bosques, con la contaminación que ellos han producido, con las políticas de las transnacionales que están rigiendo la vida de la humanidad y que jamás nos han consultado. También estuvimos allí para denunciar y dar a conocer al mundo que las Naciones Unidas se rigen por las políticas de las transnacionales, ese es su fundamento, nunca nos han escuchado a nosotras, por eso hemos decidido construir alianzas con otros pueblos y con otras organizaciones en el Foro de la Vía Campesina.

¿Cómo afectan las políticas de las empresas transnacionales a los pueblos indígenas?

A los pueblos indígenas nos han usado como mano de obra barata para los planes de las empresas transnacionales, nos han empobrecido, nos han despojado de nuestros territorios. Lo que para ellos no tiene significado para nosotros sí. Antes nos decían en las escuelas: “hay seres vivos y seres no vivos” y colocaban a la tierra como un ser no vivo, pero para nosotros la tierra es sagrada, tiene vida, las rocas son seres vivos. Después de expropiarnos nuestras tierras más productivas, después de destruir nuestras comunidades, asesinar a nuestros líderes y acusarnos de guerrilleros, lograron arrinconarnos en los cerros. Pero ahora para ellos eso es también riqueza porque hay oro y plata debajo, quieren venir por el oro, por los minerales y sacarnos otra vez nuestros territorios, sin consultarnos nunca sobre las políticas que están implementando.

¿Cómo fue el proceso de reorganización en las comunidades después del genocidio que sufrió el pueblo guatemalteco durante el final del siglo XX?

Realmente nuestras comunidades fueron destruidas, nuestros pueblos fueron destruidos, nuestros líderes fueron aniquilados… a las nuevas generaciones nos está costando organizarnos. Cada vez que algunos nos animamos a hablar sobre nuestros derechos nos dicen que somos guerrilleros, que somos ladrones, subversivos, que no queremos trabajar, que siempre estamos en contra, que no queremos el desarrollo… ¡Los gobiernos locales y regionales nos dicen que nos oponemos al desarrollo! Sin embargo el desarrollo que ellos nos imponen es un desarrollo elitista que significa saquear nuestros territorios. En Guatemala se dice ya que todos somos iguales, hay unos acuerdos de paz pero no se llevan a cabo, no se traducen en solucionar los problemas de fondo, la estructura agraria guatemalteca. Eso no se toca.

¿Se mantiene la represión?

Se mantiene la represión, se está protegiendo a la propiedad privada. Hay una nueva represión, quizás no podemos hablar de una guerra declarada como la que vivimos durante los 36 años de conflicto armado, pero se están aprobando leyes que criminalizan la organización popular. Ahora nos dicen que somos terroristas. Nosotros no somos terroristas, simplemente estamos levantando la voz porque vienen a quitarnos nuestras tierras y nuestros territorios. Y otra vez en Guatemala aparecen las torturas, los asesinatos, de una forma similar a la que actuaba el ejército durante el conflicto armado. Están metiendo la violencia en las comunidades porque es una forma de intimidarnos para evitar que nos levantemos, para evitar que defendamos el agua, para evitar que vivamos según nuestra cosmovisión maya-indígena. Pero no lo van a lograr, nosotros seguimos viviendo según nuestras cosmovisiones, según la cultura y la espiritualidad maya, que implica una forma complementaria de convivir con la tierra, con el agua, con el aire, con el fuego.

A pesar del despojo a las comunidades mayas que lleva ya más de 500, los Mam siguen organizados y siguen viviendo según su espiritualidad…

Durante los 300 años de la colonia y los 200 años de la república que nos ha gobernado se prohibió de manera total y fue perseguida nuestra cultura y nuestra cosmovisión. Una cultura y una cosmovisión que tiene que ver con una forma de convivir con el agua, con el fuego, con la tierra y con el aire. Una cultura que es complementaria. Por eso se nos aniquiló nuestra espiritualidad.

Los alimentos son sagrados para nosotros, si maltratamos el maíz, me decía mi abuela, el maíz se irá de nuestra casa. Para ellos no es sagrado, durante el conflicto armado nos han quemado grandes extensiones de maíz, han querido acabar con nuestra identidad, nuestra cultura, que es una forma de vida diferente, no la mejor ni la única, pero es nuestra y puede permitir la existencia de la humanidad.

Todo esto se ha mantenido escondido dentro de las comunidades. Se mantiene nuestra forma de alimentarnos, nuestra medicina, nuestra espiritualidad, nuestra conexión con la Madre Tierra. Toda la gente lo ha mantenido internamente, escondidos. Hay que hacerlo en la noche, donde no nos miren. Hoy en día, después del conflicto armado y de los acuerdos internacionales sobre derechos indígenas en las Naciones Unidas, nuestra convivencia espiritual con la naturaleza sale a la luz nuevamente. En el caso de nuestra alimentación siempre el maíz ha estado presente, sabemos que hay que guardarlo. Llega ahora Monsanto a querer vendernos los alimentos cuando existe una capacidad de producir nuestros propios alimentos, de acuerdo a nuestra sabiduría. Nos quitaron la tierra para que no podamos producir nuestros propios alimentos, para hacernos dependientes.

Nuestro idioma se mantiene, yo puedo hablar en Mam, puedo escuchar mejor la herencia de nuestros abuelos con mi propia lengua. Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio, quizás en español tengan poca traducción. El idioma es una forma de cómo se ha mantenido nuestra cultura. Nos prohibieron usar nuestro idioma, nos prohibieron usar nuestros trajes… quizás igual son trajes coloniales, impuestos, pero nuestras abuelas dijeron: “bueno, en los trajes vamos a escribir mensajes” Nuestras abuelas no escriben con lapicero, no saben leer y escribir en español, pero sí saben transmitir mensajes en la ropa, sí saben transmitir mensajes en nuestra comida, en nuestros idiomas… la tradición oral se ha mantenido, nuestro calendario también. Por ejemplo hoy es el día de la Madre Tierra, día del agua, de todo nuestro entorno. Hay un día para agradecer por la semillas, día de la comida, así, de cada cosa, esto es sagrado para nosotros. Y ahora estamos tomando fuerza para decir: “aquí estamos, no pudieron acabar con nosotros, podemos dar un aporte a la humanidad”

¿Los y las jóvenes se siguen identificando con la cultura maya?

Lamentablemente hay una pérdida de la cultura de parte de juventud. La escuela ha dejado de lado nuestra propia cultura y los medios de comunicación tradicionales nos han vendido la cultura occidental del consumismo, el sueño americano que nos llevó a la migración, diciéndonos que hay que vivir mejor. Sin embargo en nuestra organización incentivamos a la juventud para que asuma que vivir respetando nuestra cultura es vivir mejor. Lo que pasa es que nos dijeron que ser indio es sinónimo de atraso. Entonces si yo soy indígena soy atrasada, no soy moderna. Nosotros decimos que no, que la forma de vida de nuestros abuelos puede ser más avanzada, pero avanzada con un equilibrio. Decimos que es un orgullo manejar dos idiomas. Ahí está la importancia del papel de nuestras organizaciones para que la juventud tome conciencia y valore su identidad.

En noviembre pasado, después de un proceso comunitario de consulta a los pueblos de todo Guatemala, más de 650.000 personas dijeron que no quieren la minería en sus territorios. ¿Podrías explicarnos cómo se desarrolló esta consulta?

En ese proceso de consulta las comunidades organizadas tuvieron una participación activa. Porque cuando los proyectos mineros llegan a nuestras comunidades ofrecen proyectos de desarrollo, escuelas, centros de salud, carreteras. El pueblo, que ha estado excluido, que ha estado abandonado, que no tiene acceso a la educación ni a la comercialización de sus productos, lo ve como una oportunidad de conseguir trabajo, de conseguir escuela. Y como nos han dicho que los que no tenemos educación somos atrasados, entonces entramos en la lógica del sistema. Sin embargo, cuando el pueblo está organizado, logra tener primero la información de lo que las empresas están queriendo hacer y después se comienza la concientización para valorar nuestra identidad que estuvo invisibilizada. Entonces el pueblo organizado dijo: “hagamos consultas comunitarias de buena fe, enmarcándonos en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo”. Pero ¿qué nos dijeron?: “las consultas no son válidas, no son vinculantes, no tienen validez legal” pero la gente dijo: “claro que van a tener validez entre nosotros.” Esto nos permitió la unidad, la reorganización otra vez y decir: “vamos a luchar por el agua, vamos a luchar por nuestras tierras.” Porque cuando las mineras nos saquen nuestras tierras, nos contaminen, ¿a dónde vamos a ir?, ¿vamos a ir a vivir a la ciudad? Eso es lo que ha hecho el capital, despojar a las comunidades indígenas y campesinas del campo y empujarlas a la ciudad, donde no hay oportunidades.

Frente a las falsas alternativas al cambio climático que impulsa las Naciones Unidas ¿cuáles son las propuestas desde los pueblos indígenas?

Nosotros tenemos que desarrollar la agricultura campesina a pequeña escala y la producción diversificada respetando los tiempos de descanso de la Madre Tierra. Hay que respetar lo que la Madre Tierra produce en cada región, si son frutas tropicales serán frutas tropicales, si son verduras de tierra fría, esa será la producción, nos tenemos que acostumbrar a convivir con la tierra. Ahora si yo soy del altiplano, de tierra fría, y quiero producir papaya, quiero producir piña, eso es descontrol, eso es no respetar la tierra.

Lo otro es la soberanía alimentaria, que es el derecho que tienen los pueblos de producir sus propios alimentos, el derecho a la alimentación y a decidir sobre la producción. Si en mi región se da tal producto, consumir eso y no lo que viene empaquetado desde afuera. Ahora nos vienen a vender la tortilla. Para nosotros es una ofensa, nosotros hemos producido el maíz y hemos sabido hacer nuestros propios alimentos. Nos están haciendo más dependientes.

Y finalmente se necesita la reestructuración agraria, hacer producir las tierras que están en manos de los terratenientes y acabar con el monocultivo. Ellos están pensando en alimentar los carros y no a la humanidad. Nosotros como pueblos indígenas y campesinos decimos que tenemos que recuperar la Madre Tierra., le están dando mal uso, sobreexplotación, la están enfermando con los químicos y los pesticidas. Los pueblos indígenas estamos planteando el Sumak Kawsay, el Buen Vivir, el vivir en equilibrio.

¿Qué le dirías a los pueblos indígenas de América?

Que volvamos a retomar nuestra conexión con la Madre Tierra, nuestra identidad. Somos pueblos originarios de Nuestra América. Hay una forma de vivir en equilibrio, luchando por la Madre Tierra, porque la lucha por la Madre Tierra es la lucha por la vida y por la paz.