23 diciembre, 2010

Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela

http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2008/ley_1214_2008.html

LEY 1214 DE 2008
(julio 16)
Diario Oficial No. 47.052 de 16 de julio de 2008
CONGRESO DE LA REPÚBLICA

Por medio de la cual se aprueba el Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990).

EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:
Artículo 1o. Apruébase el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa.
Artículo 2o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1o de la Ley 7ª de 1944, el Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa que por el artículo 1o de esta ley se aprueba, obligará al país a partir de la fecha en que se perfeccione el vínculo internacional respecto del mismo.
Artículo 3o. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación.


La Presidenta del honorable Senado de la República,
NANCY PATRICIA GUTIÉRREZ CASTAÑEDA.
El Secretario General del honorable Senado de la República,
EMILIO RAMÓN OTERO DAJUD.
El Presidente de la honorable Cámara de Representantes,
OSCAR ARBOLEDA PALACIO.


Acuerdo para el desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela.
El Gobierno de la República de Colombia y el Gobierno de la República de Venezuela. Considerando, la Declaración de Ureña, firmada por los Presidentes de ambos Estados, el día 28 de marzo de 1989 en el Puente Internacional General Francisco de Paula Santander;
Considerando, las conclusiones de la reunión de la Comisión Binacional de Integración Fronteriza colombo-venezolana; celebrada en Maracaibo los días 25 y 26 de agosto de 1989 y ratificadas en la reunión celebrada en Cúcuta los días 29 y 30 de septiembre de 1989;
Considerando, la declaración firmada por los Presidentes de Colombia Virgilio Barco y de Venezuela Carlos Andrés Pérez, en el Puente Internacional General Francisco de Paula Santander el 5 de octubre de 1989.
Han convenido en lo siguiente:
ARTÍCULO 1.
Las Partes se comprometen a colaborar en el desarrollo conjunto de planes, programas y proyectos tendientes a mejorar las condiciones de vida de sus respectivas poblaciones indígenas Wayúu ubicadas en las zonas adyacentes a las fronteras de la República de Venezuela y de la República de Colombia en atención a las necesidades de dichas poblaciones.
ARTÍCULO 2.
Serán órganos de ejecución del presente Acuerdo, por parte de la República de Venezuela, la Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana, Corpozulia, y por parte de la República de Colombia la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, Corpoguajira.
ARTÍCULO 3.
Las partes coordinarán las obras y acciones necesarias entre las entidades competentes de cada una de ellas a fin de hacer posible la elaboración y ejecución de proyectos binacionales para el desarrollo de las comunidades indígenas Wayúu de cada una de las Partes.
ARTÍCULO 4.
Para el logro de los objetivos generales del Acuerdo, las Partes desarrollarán las acciones siguientes:
1. Realizar un censo simultáneo de sus respectivos nacionales indígenas Wayúu, domiciliados en las zonas adyacentes a las fronteras de cada país.
2. Elaborar un estudio para determinar el establecimiento de un medio de identificación que permita a los nacionales indígenas de cada Parte Contratante el libre tránsito a través de las fronteras de ambos Estados.
3. Elaborar un estudio que conduzca al fortalecimiento de la educación intercultural bilingüe. Este estudio contemplará, principalmente, aspectos como la capacitación de docentes, la investigación etnocultural, la provisión de becas para estudios de educación técnica y superior, de nivelación para su ingreso a la universidad y dotación de escuelas a estudiantes indígenas Wayúu de ambas Partes.
4. Elaborar conjuntamente un plan para el aprovechamiento de los recursos hídricos de La Guajira, con el fin de buscar soluciones al problema de suministro de agua a la población indígena Wayúu de ambas Partes contemplando diferentes alternativas tales como jagüeyes, molinos de viento, pozos profundos y/o superficiales, pozos anillados, etc.
5. Estudiar la posibilidad de establecer una estación binacional para investigación y aprovechamiento de las zonas áridas y semiáridas con el fin de determinar los bienes y servicios que estos ecosistemas pueden aportar al desarrollo de las comunidades rurales ubicadas en ellos, y para práctica de algunas actividades como la capricultura, cunicultura, agricultura, apicultura, piscicultura y pesca.
6. Encomendar a Corpozulia y a Corpoguajira la elaboración, en coordinación y con la asesoría de las entidades del ramo en cada Parte, de un estudio para establecer el uso común de los servicios hospitalarios y de centros y puestos de salud, en la zona fronteriza habitada por la población indígena Wayúu de cada Parte-Contratante, realizar conjuntamente campañas sanitarias y de control epidemiológico en dicha zona, así como propiciar que los estudiantes del último año de medicina de ambos países, realicen su internado y año rural en la zona común de la frontera Colombo-Venezolana.
7. Promover la investigación sobre la problemática de la población indígena Wayúu de ambas Partes, en los Centros superiores de educación, que permita a los estudiantes aplicarlos en proyectos concretos que mejoren el nivel de vida de los habitantes de esa zona adyacente a las fronteras de ambos Estados.
8. Estudiar conjuntamente la posibilidad de establecer un régimen especial para que los productos que conforman la alimentación básica del grupo familiar queden liberados de gravámenes y formalidades arancelarias.
ARTÍCULO 5.
Las Partes podrán convenir la inclusión de cualquier otra actividad que consideren necesaria para el logro de los objetivos del presente Acuerdo.
ARTÍCULO 6.
Las Partes definirán conjuntamente los mecanismos de financiamiento para cubrir los gastos de ejecución de este Acuerdo, a través de Corpozulia y Corpoguajira.
ARTÍCULO 7.
Corpozulia y Corpoguajira elaborarán un Plan Anual de Operaciones que concretice el presente Acuerdo.
El Plan Anual de Operaciones incluirá los términos de referencia de las acciones previstas en este Acuerdo o de las que se incluyan posteriormente, especificando objetivos, cronogramas de trabajo indicando fecha de iniciación y terminación, cantidad y características de los recursos programados y la contribución de las Partes.
ARTÍCULO 8.
Los representantes de Corpozulia y Corpoguajira se reunirán regularmente, por lo menos dos veces al año, para elaborar el Plan Anual de Operaciones, evaluar las actividades realizadas y hacer los ajustes que consideren necesarios al Plan de Operaciones y proponer si fuere el caso, modificaciones al presente Acuerdo.
ARTÍCULO 9.
Corpozulia y Corpoguajira contarán con el apoyo técnico de las entidades competentes en cada país, para estructurar, ejecutar y evaluar las actividades que se estipulen en los planes, programas y proyectos a desarrollar.
ARTÍCULO 10.
El presente Acuerdo entrará en vigor en la fecha en que las Partes se notifiquen por escrito haber cumplido con los requisitos exigidos por sus respectivas legislaciones internas para su aprobación. Tendrá una duración de cuatro (4) años, prorrogables por períodos iguales y podrá ser denunciado en cualquier momento, por cualquiera de las Partes mediante notificación escrita a la otra Parte, con sesenta (60) días de anticipación.
Firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa, en dos (2) ejemplares en español, igualmente auténticos.
Por la República de Colombia,
FRANCISCO JAVIER DAZA TOVAR,
Presidente Junta Directiva
Corporación Autónoma Regional de La Guajira.
Por la República de Venezuela,
EZIO RINALDI,
Presidente
Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana.
RAMA EJECUTIVA DEL PODER PUBLICO
PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Bogotá, D. C., 20 de junio de 2003.
Aprobado. Sométase a la consideración del honorable Congreso Nacional para los efectos constitucionales
(Fdo.) ÁLVARO URIBE VÉLEZ
La Ministra de Relaciones Exteriores
(Fdo.) Carolina Barco Isakson.
DECRETA:
Artículo 1o. Apruébase el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990).
Artículo 2o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1o de la Ley 7ª de 1944, el “Acuerdo para el Desarrollo Integral y Asistencia Básica de las Poblaciones Indígenas Wayúu de la República de Colombia y de la República de Venezuela”, firmado en Caracas a los tres (3) días del mes de mayo de mil novecientos noventa (1990), que por el artículo 1o de esta ley se aprueba, obligará al país a partir de la fecha en que se perfeccione el vínculo internacional respecto del mismo.
Artículo 3o. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación.
Dada en Bogotá, D. C., a los
Presentado al honorable Congreso de la República por el Ministro del Interior y de Justicia y el Ministro de Relaciones Exteriores.
Ministro del Interior y de Justicia,
CARLOS HOLGUÍN SARDI.
Ministro de Relaciones Exteriores,
FERNANDO ARAÚJO PERDOMO.
REPUBLICA DE COLOMBIA - GOBIERNO NACIONAL
Comuníquese y cúmplase.
Ejecútese, previa revisión de la Corte Constitucional, conforme al artículo 241-10 de la Constitución Política.
Dada en Bogotá, D. C., a 16 de julio de 2008.
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
El Viceministro de Relaciones Exteriores, encargado de las funciones del despacho del Ministro de Relaciones Exteriores,
CAMILO REYES RODRÍGUEZ.

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Indígenas Wayuú son desplazados por matanzas en La Guajira

16 Septiembre de 2010 | Crónicas emigrantes | Uribía (Colombia)

Por: claudio epieyu henriquez

2.000 Indígenas Wayuu abandonaron 200 casas de Bahía Portete, en Alta Guajira y huyeron tras una serie de matanzas.

Los habitantes huyeron el pasado 18 de abril. Ese día, cuentan indígenas que ahora están desplazados en Uribia, un grupo paramilitar recorrió las rancherías de Bahía Honda, Way, Punto Fijo, Media Luna y Portete -a más de cuatro horas en carro de Uribia atravesando el desierto-, saquearon sus ranchos, quemaron un vehículo con una niúa adentro y atacaron a golpes de hacha y machete a mujeres y niúos.
Hoy, en Media Luna, un espejo atravesado por palos en las tumbas de Rosa Fince Uriana y Margoth Ballesteros Epiayú marca la declaratoria de venganza de familias indígenas wayuu contra paramilitares de Jorge Tovar Pupo, llamado 'Jorge 40' o 'El Papa Tovar', uno de los jefes del Bloque Norte de las Auc. A sus 200 hombres en La Guajira, que conforman el llamado Bloque Contrainsurgencia Wayuu, la gente y las autoridades les atribuyen la matanza.
Rosa y Margoth, de 40 y 60 aúos, son dos de las víctimas de ese día. Cayeron dentro de una guerra que se libra en La Guajira desde hace dos años, tras la llegada de los 'paras', traídos por capos y algunas familias locales comprometidas con negocios ilícitos.
Cuentan los wayuu que en su recorrido los 'paras' robaron 'tumas' (piedras preciosas para el trueque, el pago de dotes y deudas) y profanaron lo más sagrado para esta etnia: sus cementerios.
El relato lo corrobora una comisión de la Fiscalía Seccional La Guajira y la Brigada de Homicidios de la Sijín, al mando de Roberto Hernández Espelete, jefe de Policía Judicial del CTI de Riohacha, que halló los cadáveres el pasado 11 de mayo.
Las mujeres son las primeras víctimas identificadas de la incursión que, según los indígenas, dejó 12 muertos y 30 desaparecidos. La comisión estatal, que recorrió durante una semana el desierto, ha hallado tres cuerpos y parte de un cuarto. Hernández confirmó que hay dos desaparecidas más: Diana Fince Uriana y Reina Fince Pushaina.
María Isabel Smith, directora seccional de Medicina Legal, dijo que junto a una de las mujeres muertas se halló el brazo incinerado de una pequeña, a la que se le tomaron muestras de ADN para identificarla.
La otra víctima identificada es Rubén Epinayú, de 19 aúos, a quien, cuentan los indígenas, lo arrastraron un kilómetro amarrado a un carro y luego le dieron un tiro en la cabeza.

"Es probable que los 'paras' hayan iniciado un recorrido por rabia, no selectivo sino indiscriminado para sembrar terror y demostrarles a losWayuu que ahora ellos tienen el poder", asevera una fuente de la Fiscalía.

Como sea, lo cierto es que con el espejo (que se ve acompañado de galletas, gaseosas y algo de dinero que los deudos dejan a sus muertos), las familias de las víctimas les notificaron a los criminales que cobrarán venganza. Los palos, cuentan los wayuu, son para que no puedan correr mucho.

Lío por coca
Según los organismos de seguridad, estos crímenes estarían ligados a la pérdida de una tonelada de cocaína de 'Jorge 40', a quien señalan como propietario de los cargamentos devueltos el año pasado a los 'narcos' por policías del Atlántico.
La droga habría desaparecido a comienzos de marzo de los centros de acopio en Bahía Portete y Maicao cuando iba a ser embarcada por 'Caúarete' y José María Barros, 'Chema Balas'. A este último, nativos, comerciantes y autoridades de la región lo señalan como el capo Wayuu que trajo a los 'paras'. Su familia, además, controla el puerto de Portete hace más de tres décadas.
Según fuentes oficiales, la cocaína habría sido robada por los 'Conoconitos', un grupo delincuencial integrado por indígenas que de tiempo atrás comete toda clase de atropellos en la zona y que no pudo ser sometido por los 'paras'. Dos días antes del ataque a las rancherías, ese grupo emboscó en Poropo, en pleno desierto, un convoy paramilitar y le produjo seis bajas.
Los 'Conoconitos' hicieron quedar mal a 'Chema Balas' con los 'paras', haciéndolo aparecer como el responsable de la pérdida, lo que desató la cadena de muertes en la Alta Guajira, pero también en Riohacha y Maicao. Esa seguidilla de crímenes aún no para y solo en la última semana ha dejado al menos una docena de muertos más.
Indígenas que dialogaron con este diario a condición del anonimato dijeron que el día de la matanza los 'paras' andaban tras Vicente Gutiérrez, a quien unos describen como simple trabajador y otros como jefe del clan Fince, una familia con tierras en los alrededores de los puertos. Gutiérrez, para vengar los desmanes de los 'paras' con los indígenas y la muerte de dos jóvenes de su clan, habría revelado la localización de la coca a los 'Conoconitos'.

El reino del terror
La matanza del 18 de abril, que derivó en el mayor éxodo Wayuu de la historia, es un episodio más dentro del avance paramilitar que ha sembrado el terror en La Guajira.
Hoy, por cuenta de esa cadena de hechos, vientos de guerra atraviesan La Guajira. Las víctimas han sido, principalmente, de las familias Fince, Uriana y Epiayú.
Las autoridades coinciden en que todo hace parte de una estrategia de los 'paras' de 'Jorge 40' para controlar los puertos y los comercios ilícitos que se han movido tradicionalmente por esta tierra de la ilegalidad.
Veteranos del contrabando como pocos, primero de mercancías y licores, luego de marihuana, más tarde de combustible y ahora de armas y cocaína, un puñado de Wayuu aprendieron a sobrevivir en medio de refriegas y a hacer de cada trocha del desierto un camino del comercio ilícito, ajeno por completo a la mayoría de los 70.000 indígenas que habitan la región.
El control de los puertos del que han vivido por décadas unas pocas familias, cobrando a contrabandistas y narcos por su uso sin importar si las mercaderías son legales o no, está hoy amenazado por 'paras' y narcotraficantes.
Los hombres de 'Jorge 40' llegaron hace unos dos años por petición de varios capos guajiros que sacaban la droga e ingresaban armas por los cientos de kilómetros de bahías de la Media y Alta Guajira, y de comerciantes de Maicao que buscaban proteger sus camiones del saqueo en el desierto.
"El matrimonio 'paras'-narcos marchaba bien hasta que los hombres de 'Jorge 40' decidieron apoderarse de todo -explica una alta fuente de la Fiscalía-. Han quitado del camino a quienes se les han opuesto o no han querido negociar, resquebrajando sus alianzas iniciales".
En esa estrategia de dominio total, los 'paras' inclusive asesinaron a dos intocables del comercio en Maicao: Mario Cotes -líder del contrabando de armas, gasolina e insumos para la guerra- y Luis ángel González Boscán, narco requerido por la Fiscalía y la DEA, asesinado el pasado 7 de marzo.
Según las fuentes, hoy los 'paras' controlan el 90 por ciento del narcotráfico en La Guajira, cobran vacunas a transportadores, dueños de negocios en Maicao y se quedaron con el comercio en algunas zonas del desierto.
Comerciantes de Maicao revelaron a soyperiodista.com que deben pagarles 500.000 pesos por cada camión que se carga con mercancía. "Un solo barco puede requerir hasta 20 camiones; los entramos legalmente, pagamos impuestos del 4 por ciento a la DIAN y aún así debemos pagarles a los 'paras'. En un solo mes pueden llegar hasta 500 camiones y quien no pague, es hombre muerto", dice un comerciante de la ciudad, en donde este año han sido asesinadas 58 personas. La mayoría de los crímenes son atribuidos a los 'paras'.
También, dicen las fuentes oficiales, despojaron a clanes guajiros del tráfico de gasolina.
"A cada camión le cobran 30.000 pesos y son 100 vehículos diarios los que entran la gasolina al centro de acopio de Maicao, manejado por una cooperativa conformada por indígenas intimidados por los 'paras' ", explican guajiros relacionados con ese comercio.

En pie de lucha
"Lo más grave de esta guerra es el componente étnico, que le da una connotación que no tiene ningún otro conflicto en el país. Los Wayuu lo perciben como la llegada de elementos foráneos que quieren despojarlos de su tierra", dice un conocedor de esa cultura.
Por eso, agrega, las mujeres y los niños huyeron mientras los hombres se quedaron escondidos en el desierto para luchar contra los arijunas (blancos), que pretenden desterrarlos de su territorio.
Las autoridades sospechan también que tras el conflicto se camuflan peleas internas de bandas de contrabandistas y capos guajiros, e incluso de clanes indígenas.
Las autoridades coinciden en que guajiros comprometidos o no con la ilegalidad están armados y dispuestos a defender con sangre su territorio y su hegemonía. Se dice que han llegado indígenas de Venezuela (los Wayuu son una etnia binacional) para ayudarlos a librar la batalla.
La situación ha llegado a tal punto que el pasado miércoles el propio 'Jorge 40' entregó al alto Gobierno una carta en la que recoge su versión de la problemática en la Alta Guajira.
En ella, el jefe 'para' alega que no han atropellado a los Wayuu y atribuye la situación a una pelea que su grupo sostiene con bandas guajiras que se dedican a traficar, contrabandear y secuestrar, aliadas con las Farc.
El terror, en todo caso, sigue recorriendo la región. Centenares de inocentes han huido de los atropellos y todo el mundo teme denunciar. Los desplazados inclusive han llegado a Maracaibo (Venezuela).
"Nos están matando a todos y lo que le pedimos al Gobierno es que nos defienda, que mande a la zona militares y policías honestos o que nos dé la posibilidad de defendernos. Si nos dejan armar, en un mes no queda un solo 'para' en La Guajira", sentencia otro comerciante.
Cientos huyen de sus rancherías, ajenos al conflicto entre paramilitares y capos guajiros y a fortunas amasadas de paisanos suyos en el narcotráfico.
Se fueron de Portete, que hasta hace unos cinco años era un emporio comercial y portuario por donde entraba la mayor parte del contrabando.
El puerto, que movía hasta 3 millones de dólares diarios y les daba trabajo a unos 3.000 indígenas, hoy luce como un pueblo fantasma. Las familias están refugiadas en Uribia y Maicao y!muchos han atravesado la frontera con Venezuela rumbo a Maracaibo.
"Algunos están en malas condiciones, durmiendo en potreros en cajas de cartón", explica Laura Andriolis Arévalo, secretaria de asuntos indígenas de La Guajira, que ha encabezado comisiones de ayuda humanitaria para llevarles alimentos y atención en salud.
El desplazamiento es tema de preocupación de las autoridades venezolanas, que el miércoles pasado enviaron a 200 oficiales del Destacamento de Frontera No. 26 a la región por donde están entrando los desplazados.
La Cruz Roja, seccional Zulia, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), dijeron que han censado a 191 personas.
El coronel Nelson Chawes, comandante del Batallón Cartagena, quien admite que allí se han presentado varios hechos de violencia, dice que el éxodo también es consecuencia de las medidas del Gobierno Nacional que pusieron freno al tráfico de cigarrillos, whisky y telas e hicieron que el comercio de Maicao se viniera a pique. "Como ya no hay tanto contrabando, y Portete está cerrado, los indígenas están regresando a su territorio en Uribia", explica el oficial.
Sin embargo, para fuentes civiles que pidieron el anonimato, la disminución del contrabando no es la causa del éxodo, pues el 90 por ciento de los 70 mil indígenas que se estima habitan la Media y Alta Guajira sobreviven del pastoreo y la pesca.

La lucha contra los ilegales
Los múltiples problemas de La Guajira se derivan de la Sierra Nevada, dice el coronel Nelson Chawes, comandante del Batallón Cartagena, responsable del orden público en la zona.
Explica que hay presencia de las Farc sobre la serranía del Perijá, al mando de 'Iván Márquez', que compra armas, explosivos, uniformes y pertrechos para surtir a los frentes 41, 51 y 19, que les disputan el territorio a las autodefensas en busca de una salida al mar.
Los 'paras', a la vez, dominan el tráfico de coca y disputan el de gasolina. Solo este año, tropas a su mando les han incautado 40.000 galones que iban rumbo a Santa Marta. "Entre Mingueo y Palomino, todo el mundo les camina a las Auc", admite el oficial, que para contrarrestar la presencia de los armados y los capos ejecuta las operaciones 'Emperador' y 'Espartaco'.
"Son ofensivas y sostenibles para reducir los múltiples delitos que se unen en esta tierra de la ilegalidad", explica Chawes, que en ocasiones se ve corto de hombres para atender tantos flancos y controlar los 18 mil kilómetros cuadrados de desierto.
En asocio con la Fiscalía, el Ejército ha destruido al menos cuatro laboratorios y una plantación de 300 hectáreas de coca. También, han capturado y judicializado a varios miembros de las Auc.
Igualmente, dice Chawes, se combate a delincuentes comunes y a algunos indígenas que asaltan camiones y hacen secuestro 'express' en las carreteras del departamento.


Guatemala: “Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio con la Madre Tierra”

http://www.biodiversidadla.org/Principal/Contenido/Noticias/Guatemala_Los_mensajes_de_nuestros_abuelos_nos_ensenan_a_vivir_en_equilibrio_con_la_Madre_Tierra


Guatemala: “Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio con la Madre Tierra”


Pueblos indígenas
Después del fracaso del COP16 en Cancún, conversamos con Dolores Sales, del pueblo indígena maya Mam de Guatemala, acerca de las luchas de las comunidades indígenas mayas contra las empresas transnacionales y los gobiernos que buscaron beneficiarse de su trabajo, sus conocimientos ancestrales, y sus territorios.
Dolores pertenece a la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina de Guatemala, y es parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo –CLOC- y de Vía Campesina Internacional.

Hace unos días, mientras los gobiernos negociaban una salida sin compromisos en la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático en Cancún, concluyó el Foro Global por la Vida, la Justicia Ambiental y Social, de la Vía Campesina con la participación de muchas organizaciones sociales del mundo. ¿Por qué ha decidido concurrir a ese Foro La Coordinadora Nacional Indígena y Campesina de Guatemala –CONIC-?

Hemos decidido ir porque creemos que hay que denunciar las injusticias que están haciendo los gobiernos, las reuniones que se han hecho a espaldas del pueblo para continuar con las políticas neoliberales que atentan contra nuestra vida comunitaria y contra nuestras organizaciones, que tienen que ver con la explotación desmedida de los bosques, con la contaminación que ellos han producido, con las políticas de las transnacionales que están rigiendo la vida de la humanidad y que jamás nos han consultado. También estuvimos allí para denunciar y dar a conocer al mundo que las Naciones Unidas se rigen por las políticas de las transnacionales, ese es su fundamento, nunca nos han escuchado a nosotras, por eso hemos decidido construir alianzas con otros pueblos y con otras organizaciones en el Foro de la Vía Campesina.

¿Cómo afectan las políticas de las empresas transnacionales a los pueblos indígenas?

A los pueblos indígenas nos han usado como mano de obra barata para los planes de las empresas transnacionales, nos han empobrecido, nos han despojado de nuestros territorios. Lo que para ellos no tiene significado para nosotros sí. Antes nos decían en las escuelas: “hay seres vivos y seres no vivos” y colocaban a la tierra como un ser no vivo, pero para nosotros la tierra es sagrada, tiene vida, las rocas son seres vivos. Después de expropiarnos nuestras tierras más productivas, después de destruir nuestras comunidades, asesinar a nuestros líderes y acusarnos de guerrilleros, lograron arrinconarnos en los cerros. Pero ahora para ellos eso es también riqueza porque hay oro y plata debajo, quieren venir por el oro, por los minerales y sacarnos otra vez nuestros territorios, sin consultarnos nunca sobre las políticas que están implementando.

¿Cómo fue el proceso de reorganización en las comunidades después del genocidio que sufrió el pueblo guatemalteco durante el final del siglo XX?

Realmente nuestras comunidades fueron destruidas, nuestros pueblos fueron destruidos, nuestros líderes fueron aniquilados… a las nuevas generaciones nos está costando organizarnos. Cada vez que algunos nos animamos a hablar sobre nuestros derechos nos dicen que somos guerrilleros, que somos ladrones, subversivos, que no queremos trabajar, que siempre estamos en contra, que no queremos el desarrollo… ¡Los gobiernos locales y regionales nos dicen que nos oponemos al desarrollo! Sin embargo el desarrollo que ellos nos imponen es un desarrollo elitista que significa saquear nuestros territorios. En Guatemala se dice ya que todos somos iguales, hay unos acuerdos de paz pero no se llevan a cabo, no se traducen en solucionar los problemas de fondo, la estructura agraria guatemalteca. Eso no se toca.

¿Se mantiene la represión?

Se mantiene la represión, se está protegiendo a la propiedad privada. Hay una nueva represión, quizás no podemos hablar de una guerra declarada como la que vivimos durante los 36 años de conflicto armado, pero se están aprobando leyes que criminalizan la organización popular. Ahora nos dicen que somos terroristas. Nosotros no somos terroristas, simplemente estamos levantando la voz porque vienen a quitarnos nuestras tierras y nuestros territorios. Y otra vez en Guatemala aparecen las torturas, los asesinatos, de una forma similar a la que actuaba el ejército durante el conflicto armado. Están metiendo la violencia en las comunidades porque es una forma de intimidarnos para evitar que nos levantemos, para evitar que defendamos el agua, para evitar que vivamos según nuestra cosmovisión maya-indígena. Pero no lo van a lograr, nosotros seguimos viviendo según nuestras cosmovisiones, según la cultura y la espiritualidad maya, que implica una forma complementaria de convivir con la tierra, con el agua, con el aire, con el fuego.

A pesar del despojo a las comunidades mayas que lleva ya más de 500, los Mam siguen organizados y siguen viviendo según su espiritualidad…

Durante los 300 años de la colonia y los 200 años de la república que nos ha gobernado se prohibió de manera total y fue perseguida nuestra cultura y nuestra cosmovisión. Una cultura y una cosmovisión que tiene que ver con una forma de convivir con el agua, con el fuego, con la tierra y con el aire. Una cultura que es complementaria. Por eso se nos aniquiló nuestra espiritualidad.

Los alimentos son sagrados para nosotros, si maltratamos el maíz, me decía mi abuela, el maíz se irá de nuestra casa. Para ellos no es sagrado, durante el conflicto armado nos han quemado grandes extensiones de maíz, han querido acabar con nuestra identidad, nuestra cultura, que es una forma de vida diferente, no la mejor ni la única, pero es nuestra y puede permitir la existencia de la humanidad.

Todo esto se ha mantenido escondido dentro de las comunidades. Se mantiene nuestra forma de alimentarnos, nuestra medicina, nuestra espiritualidad, nuestra conexión con la Madre Tierra. Toda la gente lo ha mantenido internamente, escondidos. Hay que hacerlo en la noche, donde no nos miren. Hoy en día, después del conflicto armado y de los acuerdos internacionales sobre derechos indígenas en las Naciones Unidas, nuestra convivencia espiritual con la naturaleza sale a la luz nuevamente. En el caso de nuestra alimentación siempre el maíz ha estado presente, sabemos que hay que guardarlo. Llega ahora Monsanto a querer vendernos los alimentos cuando existe una capacidad de producir nuestros propios alimentos, de acuerdo a nuestra sabiduría. Nos quitaron la tierra para que no podamos producir nuestros propios alimentos, para hacernos dependientes.

Nuestro idioma se mantiene, yo puedo hablar en Mam, puedo escuchar mejor la herencia de nuestros abuelos con mi propia lengua. Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio, quizás en español tengan poca traducción. El idioma es una forma de cómo se ha mantenido nuestra cultura. Nos prohibieron usar nuestro idioma, nos prohibieron usar nuestros trajes… quizás igual son trajes coloniales, impuestos, pero nuestras abuelas dijeron: “bueno, en los trajes vamos a escribir mensajes” Nuestras abuelas no escriben con lapicero, no saben leer y escribir en español, pero sí saben transmitir mensajes en la ropa, sí saben transmitir mensajes en nuestra comida, en nuestros idiomas… la tradición oral se ha mantenido, nuestro calendario también. Por ejemplo hoy es el día de la Madre Tierra, día del agua, de todo nuestro entorno. Hay un día para agradecer por la semillas, día de la comida, así, de cada cosa, esto es sagrado para nosotros. Y ahora estamos tomando fuerza para decir: “aquí estamos, no pudieron acabar con nosotros, podemos dar un aporte a la humanidad”

¿Los y las jóvenes se siguen identificando con la cultura maya?

Lamentablemente hay una pérdida de la cultura de parte de juventud. La escuela ha dejado de lado nuestra propia cultura y los medios de comunicación tradicionales nos han vendido la cultura occidental del consumismo, el sueño americano que nos llevó a la migración, diciéndonos que hay que vivir mejor. Sin embargo en nuestra organización incentivamos a la juventud para que asuma que vivir respetando nuestra cultura es vivir mejor. Lo que pasa es que nos dijeron que ser indio es sinónimo de atraso. Entonces si yo soy indígena soy atrasada, no soy moderna. Nosotros decimos que no, que la forma de vida de nuestros abuelos puede ser más avanzada, pero avanzada con un equilibrio. Decimos que es un orgullo manejar dos idiomas. Ahí está la importancia del papel de nuestras organizaciones para que la juventud tome conciencia y valore su identidad.

En noviembre pasado, después de un proceso comunitario de consulta a los pueblos de todo Guatemala, más de 650.000 personas dijeron que no quieren la minería en sus territorios. ¿Podrías explicarnos cómo se desarrolló esta consulta?

En ese proceso de consulta las comunidades organizadas tuvieron una participación activa. Porque cuando los proyectos mineros llegan a nuestras comunidades ofrecen proyectos de desarrollo, escuelas, centros de salud, carreteras. El pueblo, que ha estado excluido, que ha estado abandonado, que no tiene acceso a la educación ni a la comercialización de sus productos, lo ve como una oportunidad de conseguir trabajo, de conseguir escuela. Y como nos han dicho que los que no tenemos educación somos atrasados, entonces entramos en la lógica del sistema. Sin embargo, cuando el pueblo está organizado, logra tener primero la información de lo que las empresas están queriendo hacer y después se comienza la concientización para valorar nuestra identidad que estuvo invisibilizada. Entonces el pueblo organizado dijo: “hagamos consultas comunitarias de buena fe, enmarcándonos en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo”. Pero ¿qué nos dijeron?: “las consultas no son válidas, no son vinculantes, no tienen validez legal” pero la gente dijo: “claro que van a tener validez entre nosotros.” Esto nos permitió la unidad, la reorganización otra vez y decir: “vamos a luchar por el agua, vamos a luchar por nuestras tierras.” Porque cuando las mineras nos saquen nuestras tierras, nos contaminen, ¿a dónde vamos a ir?, ¿vamos a ir a vivir a la ciudad? Eso es lo que ha hecho el capital, despojar a las comunidades indígenas y campesinas del campo y empujarlas a la ciudad, donde no hay oportunidades.

Frente a las falsas alternativas al cambio climático que impulsa las Naciones Unidas ¿cuáles son las propuestas desde los pueblos indígenas?

Nosotros tenemos que desarrollar la agricultura campesina a pequeña escala y la producción diversificada respetando los tiempos de descanso de la Madre Tierra. Hay que respetar lo que la Madre Tierra produce en cada región, si son frutas tropicales serán frutas tropicales, si son verduras de tierra fría, esa será la producción, nos tenemos que acostumbrar a convivir con la tierra. Ahora si yo soy del altiplano, de tierra fría, y quiero producir papaya, quiero producir piña, eso es descontrol, eso es no respetar la tierra.

Lo otro es la soberanía alimentaria, que es el derecho que tienen los pueblos de producir sus propios alimentos, el derecho a la alimentación y a decidir sobre la producción. Si en mi región se da tal producto, consumir eso y no lo que viene empaquetado desde afuera. Ahora nos vienen a vender la tortilla. Para nosotros es una ofensa, nosotros hemos producido el maíz y hemos sabido hacer nuestros propios alimentos. Nos están haciendo más dependientes.

Y finalmente se necesita la reestructuración agraria, hacer producir las tierras que están en manos de los terratenientes y acabar con el monocultivo. Ellos están pensando en alimentar los carros y no a la humanidad. Nosotros como pueblos indígenas y campesinos decimos que tenemos que recuperar la Madre Tierra., le están dando mal uso, sobreexplotación, la están enfermando con los químicos y los pesticidas. Los pueblos indígenas estamos planteando el Sumak Kawsay, el Buen Vivir, el vivir en equilibrio.

¿Qué le dirías a los pueblos indígenas de América?

Que volvamos a retomar nuestra conexión con la Madre Tierra, nuestra identidad. Somos pueblos originarios de Nuestra América. Hay una forma de vivir en equilibrio, luchando por la Madre Tierra, porque la lucha por la Madre Tierra es la lucha por la vida y por la paz.

25 octubre, 2010

Artesanías con hueso del escultor JUAN MIGUEL CABOT

http://juanmiguelcabot.blogspot.com




En la imagen se representa la evolución en la técnica de la fabricación de azagayas ( puntas de venablos ). A la izquierda, la de base hendida, de sección triangular o cilíndrica, corresponde a la mas antigua, le siguen, algo mas modernas las bicónicas , las barbadas y finalmente las perforadas para incrustar microlitos o cuchillas de hueso.Tamaños: la mayor 19 ' 6 cm. , la menor en el centro 10 cm.
COMENTARIO: Los objetos punzantes de hueso, que puedan suponer un peligro por un mal uso que de ellos se pudieran hacer, solo se realizaran por encargo para museos, centros de interpretación o educativos.

Catalogados como arpones, estas piezas de hueso utilizadas por el hombre al final del Paleolítico, parece ser que no se empleaban como puntas de arma arrojadiza, sino mas bien como cabezas de pica , pero de muy dudosa eficacia. Otra posibilidad seria que fueran utilizados como anzuelos para la pesca añadiéndoles un trozo de carnada y atandolo como se muestra en la imagen, así pueden ser ingeridos por peces y al tirar del cordaje la pieza tiende a atravesarse produciendo agarre con los dientes en el interior del tubo digestivo del pez.
Tamaño de las réplicas : >6 cm <4'5>


EMPALAMIENTOS. Muestra de la obra en el espacio del taller - materiales ...

24 octubre, 2010

Arte con huesos / Francois Robert

http://www.dsgnr.cl/2010/05/detener-la-violencia-arte-con-huesos-robert-francois/



Esta increíble Obra de Arte echa de hueso por Francois Robert muestra la iconografía de armas y la religión, las herramientas utilizadas en la guerra y los temas comunes que dividen a los enemigos. Robert creo esta obra de arte de  huesos, titulado “Detener la violencia”, utiliza los huesos humanos para recrear las pistolas, granadas, cuchillos y tanques, así como los símbolos de las religiones occidentales. Las imágenes son impresionantes, el hueso blanco sobre un fondo negro con un detalle sorprendente. Las costillas, manos, hombros y las vértebras se alinean para crear unas imágenes que son inequívocamente familiar.

20 octubre, 2010

Población Indígena / Historia




Los indígenas que actualmente habitan Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a nuestro territorio hace miles de años provenientes de diferentes puntos de la tierra, principalmente de Asia. Aunque somos muy parecidos unos a otros, hay diferentes maneras de ser indígena.
Por ejemplo los Yekuana y los Warao son reconocidos como excelentes navegantes y constructores de curiaras, pero habitan en lugares distantes y sus idiomas y algunas de sus costumbres son diferentes. Los Yekuana viven en la selva del Amazonas y la Guayana venezolana donde abundan los tepuyes y nacen muchos de los ríos tributarios del Orinoco. Construyen unas hermosas y grandes casas circulares de techos cónicos llamadas churuatas.
Los Warao por su parte, habitan en el Delta del Orinoco desde hace miles de años. Allí, sobre las aguas de los muchos caños que conforman el delta, levantan sus casas encima de una estructura de pilotes. Estas casas, muy parecidas a las que construyen los Añu o paraujanos en la Laguna de Sinamaica (Estado Zulia), son las que conocemos como palafitos.
Pero para todos los pueblos indígenas, así como para el resto de los venezolanos y muchas otras sociedades, el bienestar de la familia y la educación de niños y jóvenes, es lo más importante.
De acuerdo al Censo Indígena realizado en 1992, la población indígena de Venezuela sobrepasaba las trescientas mil (300.000) personas pero algunos consideran que en realidad son más de quinientos mil (500.000) indígenas, divididos entre unas veinticinco etnias. Cuando hablamos de una etnia, un pueblo o una comunidad indígena, nos referimos a un grupo humano que posee su propio idioma, creencias y costumbres y cuyos miembros se reconocen entre sí como parientes o descendientes de un origen común.
Es importante señalar que la mayoría de nuestros pueblos y comunidades se localizan en las fronteras, en las zonas limítrofes con Brasil, Colombia y Guyana.

La Diversidad de los Pueblos Indígenas
Es difícil saber a ciencia cierta el número exacto de pueblos indígenas términos utilizados como sinónimos para el Censo Indígena que existen en el país o en cualquier otro país con poblaciones análogas. Después de largos cotejos y un complejo proceso de toma de decisiones, el Censo Indígena optó por incluir el total de 28 pueblos indígenas, pero ello no debe tomarse como verdad definitiva y absoluta sino como una buena aproximación práctica que permite la operatividad necesaria en un campo de actividades donde ocupa un lugar muy destacado el criterio demográfico, además del antropológico y lingüístico. De este modo es factible que para otros censos se llegue a trabajar con un número mayor o menor de etnias, aun en el caso de que la situación indígena global que prevalece en el país no sufra mayores alteraciones.
En efecto, sin necesidad de agregar o quitar poblaciones reales, basta con cambiar uno o varios criterios clasificatorios para que salga un número distinto de denominaciones étnicas. Como en cualquier hecho de alguna complejidad, los criterios son variados y en alguna medida divergentes y hasta contradictorios: autoidentificación de las personas, identificación a partir de las poblaciones vecinas o alógenas, identificaciones hechas por especialistas y conocedores, autodenominaciones y heterodenominaciones, cultura global distintiva, alguna característica colectiva particularmente destacada; pero predomina por encima de todo la llamada Identificación lingüística, es decir, el idioma o a veces la variedad idiomática empleada por determinado grupo humano, en tanto diferente o contrastante respecto de las hablas vecinas.
No resulta difícil la escogencia inicial -a-veces casi intuitiva- de la lengua como criterio fundamental de clasificación étnica. Salvo situaciones límites, es fácil establecer cortes discretos entre sistemas lingüísticos inclusive afines. De este modo, se dice que en tal comunidad la gente habla yaruro, en la otra guajibo y en la de más allá español o cualquier otro idioma. En términos contrastivos tan simples cualquier equivocación resulta imposible. Además no parece haber rasgo alguno que sea tan fácil de precisar como un hablar característico.
Sin embargo cuando se desciende a la realidad concreta surgen complicaciones que dificultan significativamente el trabajo clasificatorio, aun utilizando un criterio aparentemente tan unívoco y transparente como lo es el lenguaje. Cuando se trata de hablas muy disímiles como el yukpa y el barí, por ejemplo, no tiene que surgir ninguna duda razonable; pero en el caso de variantes dialectales de una lengua no se da una fundamentación segura para la separación de identidades étnicas, a menos que se utilicen criterios distintos de lo lingüístico. Un caso típico es el de los guajibos y los kuivas, que han sido agrupados bajo el mismo rubro de "guajibos", más exactamente como diferentes subgrupos de guajibos, por este Censo; mientras que en otros trabajos de diversa índole los kuivas aparecen; como una población indígena particular. Es cierto que hay una ínter comprensión mutua entre unos y otros, tal vez en el mismo grado que la existente entre hablantes del español y del italiano, es decir, probablemente menos que entre el español y el portugués. En todo caso, nadie diría que las dos poblaciones poseen un lenguaje idéntico. Al mismo tiempo, las discrepancias culturales son bastante obvias, si bien la autodenominación puede coincidir hasta cierto punto, por utilizar ambos grupos el término "jiwi" (gente). Este solo ejemplo ayuda a demostrar lo delicado que es establecer límites dentro de un continuo, como es el caso de los grandes diasistemas lingüísticos que sólo cambian gradualmente, de comunidad en comunidad o de región en región. Por ello no debería extrañamos que más adelante los guajibos y los kuivas figuren en rubros censales separados, o que se hagan otros acomodos de esta naturaleza, bien sea uniendo lo que estaba separado o viceversa.
La opinión pública no especializada desconoce hasta qué punto las lenguas indígenas son o pueden ser diferentes entre sí, aun habiendo idiomas muy parecidos por el hecho de pertenecer a una misma familia lingüística. Muchos incluso se sorprenden al informárseles que la diferencia puede ser equiparable a la que se da entre el español y el chino o entre el español y cualquier otro idioma amerindio. Desde los albores del contacto, ha habido la preocupación de agrupar y clasificar las lenguas nativas de América, y hoy día se ha llegado a un refinamiento que es imposible reflejar en una breve reseña. 
Dejando de lado clasificaciones más atrevidas, entre las lenguas indígenas de Venezuela están representadas las siguientes familias lingüísticas bien establecidas:
-. Arawak (baniva, baré, kurrpako, wayuu, añó, piapoko, warekena, yavjtero);
-. Caribe (akawayo, kariña, japreria, makushi, mapoyo, panare, pemón, yekuana, yukpa. yavarana)
-. Chibcha (barí);
-. Tupí-guarañí (ñengató).
Las demás lenguas ubicadas en territorio venezolano se clasifican como independientes, ya que hasta la fecha ninguna investigación las incluye de manera incontrovertible en las familias fundamentadas en semejanzas sólidamente comprobadas y reconducidas a un común origen histórico.
Como subproducto lamentable de la aculturación inarmónica, ocurre en varias etnias la pérdida paulatina de la lengua materna en las nuevas generaciones. Sin embargo, este hecho no significa la separación automática de los no hablantes ni su des- identificación respecto de su matriz de origen, ya que muchas de estas personas continúan viviendo en las mismas comunidades, comparten características culturales similares y pertenecen a las mismas familias. Dada esa continuidad y coincidencia, así como en numerosos casos su admisión consciente por parte de los individuos involucrados, el Censo Indígena nunca ha tenido óbice (obstáculo) en reconocer como indígenas a los descendientes directos de hablantes de lenguas étnicas.
La situación se vuelve aún más complicada cuando se trata de comunidades históricamente rastreables como indígenas, pero ninguno de cuyos miembros conoce la lengua autóctona y a veces hasta ignora el tipo de lengua que hablaban sus ancestros. De todas maneras, muchas comunidades con tales características, sobre todo aquellas que siguen conservando importantes elementos tradicionales de raigambre amerindia, se autodefinen como indígenas, particularmente en el Oriente del país. Si bien no faltan casos en que dicha auto identificación está afincada en la posesión de antiguas tierras comunales o en un constante litigio por recuperarlas, el fenómeno de las llamadas "comunidades indígenas genéricas" no debe ser desdeñado o pasado por alto por la antropología u otras disciplinas sociales.
Al fin y al cabo, ni la lengua es el único criterio clasificatorio posible, ni existe razón alguna para asignarle a la categoría "indígena" atributos históricamente indelebles, ni mucho menos nos incumbe negarle a un grupo humano el derecho a identificarse de tal o cual manera, sobre todo si para ello aduce razones históricas contundentes. En todo caso, el problema de los "indios genéricos ", de quienes los "caribes genéricos" de Píritu del Estado Anzoátegui y otras zonas orientales constituyen un importante exponente, sigue en pie y posiblemente tenga que ser asumido por futuros censos indígenas, como ya de hecho ocurre en Brasil, Colombia y otros países de América.
Sin ánimos de agotar el tema, es significativo que tanto en Venezuela como en otras partes el término indígena ha venido ganando inclusividad en años recientes. En las condiciones actuales, es insuficiente y ahistórica la concepción estereotipada que identifica lo indio con sus manifestaciones culturales más tradicionales sin que ello signifique desconocer la legitimidad y valor simbólico de tales componentes ancestrales de cada cultura. Así como el liquilique no define necesariamente al venezolano, tampoco el guayuco o la manta guajira - de hecho una prenda de origen colonial son implementos imprescindibles para una identificación étnica.
Para concluir, hacemos hincapié en la idea de que tanto por razones estructurales como históricas es imposible y hasta innecesario postular criterios definitorios estáticos, dogmáticos e invariables para diferenciar al indígena del criollo o a las diversas etnias indígenas entre sí. Pero sí existen y son perfectamente accesibles distintos criterios diferenciadores -entre los cuales el factor lingüístico, sin ser el privilegiado, es el de más fácil aplicación- que resultan suficientes y de utilidad operativa inmediata, para definir y clasificar en forma ordenada la inmensa riqueza y variedad cultural que significa la presencia de poblaciones cuyo origen histórico remonta a tiempos previos al primer contacto con formaciones socioculturales no amerindias.
Lingüista Esteban Emilio Mosonyi

Algunos Problemas Relativos a la Trascripción de los Nombres Étnicos y de las Autodenominaciones
No hay necesidad de insistir en la complejidad inherente a la nomenclatura de las etnias indígenas, sobre todo en el decurso histórico que ha generado multitud de variantes gráficas y cambios aun más sustanciales. Por tal motivo el Censo Indígena, como cualquier trabajo profesional serio, tuvo que enfrentarse desde el principio con la tremenda dificultad de asignarle un nombre a cada etnia, sin lo cual habría resultado imposible realizar el Censo como tal, ante el cúmulo de contradicciones que hubieran surgido en cada caso.
A todas las dificultades históricamente presentes debe añadirse una de corte más reciente, la cual consiste en aplicar su autodenominación algo muy similar a la misma a un número creciente de etnias que pugnan por reivindicar todo su patrimonio cultural, incluyendo su nombre colectivo. Por ejemplo, durante largo tiempo la gente se conformaba con la palabra "guajiro", algunos inclusive escribían "goajiro", engendro casi impronunciable, sin que nadie se percatara, sin excluir a los propios indígenas sumidos en la vergüenza étnica, de que el, verdadero nombre o autodenominación de este pueblo es wayuu. En la actualidad el Censó Indígena se ha visto forzado a admitir esta autodenominación por la actitud justificadamente beligerante de las propias organizaciones indígenas. De todos modos, durante los últimos años un número creciente de no indígenas está aprendiendo a reconocer e interpretar dicho término que ya circula profusamente en los órganos de prensa, si bien muchos se extrañan por la grafía "w", justificada en el idioma indígena mas muy poco utilizada en el español.
Para abreviar estas consideraciones, baste con constatar que ya existe un conjunto de autodenominaciones que han expulsado los anteriores nombres impuestos, de una forma virtualmente irreversible. El Censo Indígena'92, por ejemplo, habla de warao en vez de "guarao" o "guaraóno"; de pumé en vez de "yaruro "; de añó en vez de "parau jano "; de yanomami en vez de "guaica", al extremo de que este último término se tornó obsoleto. Sin embargo, con otras autodenominaciones sigue habiendo problemas, bien sea por tratarse de nombres escasamente conocidos fuera del ámbito indígena, por haber serios desacuerdos entre los mismos indígenas en cuanto a la grafía exacta que haya de utilizarse, incluso por lo impronunciable en español que sería hasta una forma simplificada de ciertas autodenominaciones.
Tal vez, el caso más llamativo sea la autodenominación wotuja [ü' wóthiha] mediante la cual la propia etnia interesada trata de suplantar la heterodenominación piaroa. Pero sucede que prácticamente ningún "criollo" conoce dicha autodenominación, cuya pronunciación correcta es además imposible para cualquier persona no versada en lingüística. Mientras tanto, la palabra d piaroa tiene, mal que bien, una amplia aceptación en Venezuela y el exterior, de suerte que su reemplazo podría crear confusiones muy difíciles de sobrellevar y justificar en el presente momento. Es posible que a mediano plazo vaya ganando terreno el nombre: wotuja, pero aún así es dudoso si el Censo Indígena '92 o cualquier otro documento o texto destinado a circular profusamente en medios lingüísticos heterogéneos deba utilizar desde ahora una forma netamente minoritaria, por decir lo menos. Albergamos el temor de que un uso prematuro y exagerado de las autodenominaciones, lejos de ayudar a consolidar las etnias y su cultura, sólo llegaría a convertir el tema indígena en algo más esotérico e inasible. Obviamente, en textos redactados en lenguas indígenas, las autodenominaciones tienen que figurar sin discusión posible; pero tal vez no quepa ser tan radicales en el contexto escrito del español u otras lenguas de origen europeo. Sólo hay que recordar que para decir "alemán" no usamos en español la autodenominación "deutsch" ni "syuomalainen" para decir "finlandés".
Para cerrar este punto recomendamos dar preferencia a las autodenominaciones en la medida de que hayan adquirido alguna difusión y aceptación, sin caer en un dogmatismo forzado. Por lo pronto, parece preferible emplear eñepá por panare, jiwi o jivi (existen ambas formas) por guajibo, sólo a título experimental, al menos al tanto la presencia política y cultural de estas etnias nos lleve a adoptar una decisión distinta.
Hay otro problema fundamental que debemos tocar al margen de la polémica entre autodenominaciones y heterodenominaciones. Se trata de la forma ortográfica exacta que habrá de fijarse para cada nombre étnico, al menos para efecto del Censo y otros documentos oficiales. En este particular, el uso etnográfico internacional -en buena parte establecido por autores de lengua inglesa, francesa y alemana- ha logrado difundir ciertas gracias que a veces chocan con los hábitos ortográficos más netamente hispanos o hispano latinos. Tampoco en esto es aconsejable adoptar una postura cerrada e intransigente, pero hay que reconocer que se dan ciertas tendencias muy difíciles de contrarrestar en las actuales circunstancias.
Así por ejemplo, aparte de ciertos lexemas netamente hispanizados, como la palabra Caribe, por ejemplo, las denominaciones étnicas parecen poco propensas a admitir el uso de la "c" y la "q" con valor de "k", o el empleo de la secuencia "qu" con valor semiconsonántico, utilizado históricamente sobre todo en la sílaba diptongada "gu". Por tal motivo, para lograr un mínimo de coherencia y unidad de criterios, nos parece viable emplear siempre la "k" y la "w" en denominaciones como akawayo, uruak, kariña, kurripako, piapoko, warao, warekena; yekuana. En muchas versiones, algunos de estos nombres llevan un apóstrofo en representación de una oclusión glotal o saltillo () que jamás se pronuncia en la escritura hispanizada. Por tanto no nos parece procedente, escribir en contexto hispánico ka'riña, e'ñepa, ye'kuana. Tampoco parece posible ya por razones históricas, escribir "wajiro" y "wajibo", aun cuando ello permitiría una mayor homogeneización de criterios en relación con formas como wayuu y warao.
Lingüista Esteban Emilio Mosonyi

13 octubre, 2010

El descubrimiento de Tierra Firme (Venezuela)



Domingo 22 y lunes 23 julio de 1498.
Descubrimiento de la isla de Trinidad.
Relata Don Fernando Colón los interesantísimos acontecimientos de los días 31 de julio, y los siguientes 1, 2 y 3 de agosto de 1498.

Martes 31 julio de 1498.
“Al ver tierra el Almirante Colón, cambió de rumbo hacia un cabo “que parecía estar al Poniente, que llamó de la Galera” (…) Habiendo navegado el Almirante muchos días hacia Occidente, pensando que quedaban las islas de los caribes al Norte, determinó dejar aquel camino y volver a La Española, no solo porque le faltase el agua, sino porque todos los bastimentos se destruían, y porque dudaba, si en su ausencia hubiese sucedido algún desorden o sedición, como en efecto había sucedido”

“Navegando una mañana por este camino, quiso Dios que a la hora del mediodía, viese tierra al Occidente un marinero de Huelva llamado Alonso Pérez Nicardo, que se había subido a la gavia y vidó al poniente tres mogotes juntos, a un tiempo. Dijimos la Salve Regina y otras prosas y dimos todos muchas gracias a Nuestro Señor (…) volví hacia la tierra, adonde yo llegué a hora de completas a un cabo al cual dije de la Galera, después de haber nombrado a la isla de La Trinidad, por haber pensado poner este nombre a la primer tierra que hallase”.

Miércoles 1º agosto de 1498
“En la tarde desembarcó la gente con grande alegría en la isla que llamé Trinidad, en una punta que me pareció Alcatraz y llamé de la Playa, donde mis hombres  tomaron  agua de un bellísimos arroyo; pero en todo aquel contorno no hallaron gente, aunque si vieron pisadas de pescadores, que habían huido, dejándose algunas cosillas que servían para pescar. Hallaron (mis hombres) también muchas huellas de animales que parecían de cabras, y vieron los huesos de una, pero por que en la cabeza no tenia cuernos creyeron que podía ser algún gato mamón o mono, como después supieron por haber visto luego (en Paria) muchos gatos semejantes”

Comenta el padre Bartolomé De las Casas en su Relación sobre El descubrimiento de Tierra Firme (Venezuela)

Ese mismo día, navegando entre las dos puntas referidas, sobre la mano izquierda vieron la Tierra Firme a 25 leguas de distancia aunque pensaron que era otra isla y creyéndolo así el Almirante le puso el nombre de Isla Santa. No vieron puerto alguno pero el lugar era muy hermoso y los árboles hasta la mar, con muchas poblaciones, casas y grandísima amenidad, cuya jornada pasaron en brevísimo tiempo porque la corriente del mar era tan veloz hacia Occidente, que parecía un río rápido.Refiere De las Casas

Dice Colón “Me sorprenden grandes olas de agua dulce, creo que estoy en las inmediaciones de un enorme río. Avisto desde acá lo que llamaré Punta Bombeador y a esa región le diré Tierra de Gracia, aunque no sé si sea una isla o no”.

Jueves, 2 de agosto de 1498
Después que vieron que no podían tomar lengua de la gente de la tierra en la Punta de la Playa, ni abastecerse de toda el agua necesaria, ni remediar los navíos, siguió el Almirante su viaje el día siguiente.

“Vino de hacia oriente y empezó a seguirnos una grande canoa con veinticuatro hombres, todos mancebos y muy ataviados de arcos y flechas y tablachinas, de buena disposición, no negros, salvo mas blancos que otros que haya visto en las Indias, y de muy lindo gesto y hermosos cuerpos y con cabellos largos y llanos, cortados a la guisa de Castilla y traían la cabeza atada con un pañuelo tejido a labores y colores, el cual creía yo que era almaizar. Otro de estos pañuelos traían ceñido y se cobijaban con él en lugar de pañetes. Muchos traen piezas de oro bajo colgadas al pescuezo. Tienen canoas muy grandes y bien hechas, así como livianas, con un apartamiento en el medio como cámara en donde van los principales y sus mujeres. Cuando llegó esta canoa habló de muy lejos, hablaban a gritos. Yo ni otro ninguno los entendíamos, aunque se podía discurrir que preguntasen que gentes éramos nosotros y de dónde veníamos. No habiendo modo de persuadirlos con palabras que se allegasen a los navíos, empezamos a enseñarles diferentes cosas a ver si las codiciaban, como bacines de metal, espejos y otras cosas que lucían, pero aunque se acercaron un poco, viendo estas cosas se volvían atrás, y a pararse, como que dudaban, por lo cual y también para alegrarlos con alguna fiesta, hice subir a la popa un tamborín y otro que cantase y algunos mozos que hiciesen una danza. Y, luego que vieron tañer y danzar; todos dejaron los remos y echaron manos a los arcos y los encordaron y embarazó cada uno su tablachina y comenzaron a tirar flechas a los que danzaban, los cuales dejando la danza empezaron a tirarles con las ballestas, porque no quedasen sin castigo, ni despreciasen a los cristianos; de modo que les costó mucho retirarse, pero siguieron a lo largo a otra carabela, La Vaqueños, a la cual se acercaron sin miedo ni tardanza. El piloto entró con ellos en la canoa y dio un sayo y un bonete al hombre principal y quedó concertado que le iría hablar allí en la playa y ellos les traerían de sus cosas y de su pan. Señalan que recogen el oro en tierras al poniente, en lugar alto, más no lejos de ahí.   Ellos luego se fueron con la canoa esperándole. Y él como no quiso ir sin mi licencia, como ellos le vieron venir a la Nao con la barca, tornaron a entrar en la canoa y se fueron y nunca más los vi, ni a otro en esta isla. Llamé a este lugar Jardines” 
Este lugar es lo que hoy se llama Guiria, según refiere Pagan, p. 367.

Viernes, 3 agosto de 1498
Estando en esta punta del Arenal, que es el fin de la isla de Trinidad, vido hacia Norte, a distancia de 125 leguas, un cabo o Punta de la misma Tierra Firme el Almirante creyendo que era otra isla distinta púsole por nombre La Isla de Gracia y esta es la que ellos le llaman Paria.

Domingo, 12 agosto de 1498.
“Tengo sentado en el ánima que allí es el Paraíso Terrenal, enviaré el adelantado con 3 navíos a ver más adelante y descubrirán todo lo que pudieren hacia aquellas partes”

Lunes, 13 agosto de 1498
Después de muchas vicisitudes logra el Almirante salir por Boca de Drago, con destino a La Española.

“(… ) y llegando a la Boca del Drago antes del mediodía, hallo una gran pelea entre  el agua dulce por salir a la mar y el agua salada de la mar, por entrar al golfo, tan recia y temerosa que levantaba una gran loma, como un alto cerro,  con tan grande ruido, que atemorizaba, y en este momento dije que si  de allí escapábamos, podíamos hacer cuenta que nos habíamos liberado de la Boca del Drago (de ahí el nombre).
Quiso Dios que la misma agua dulce, venciendo a la salada echó sin sentirlo, los navíos fuera hasta el Golfo que llamé de las Perlas.               Rodeé toda esta tierra por el sur a ver si toda esta agua procedía de ríos como afirmaban los marineros, aunque yo no lo creía porque me parecía que ningún río del mundo puede llevar tanta agua, si ya no fuesen Tierras – Firmes. Di nombres a los Cabos de Conchas, Caboluengo, Cabo de Sabor, y Cabo Rico. Al salir de la Boca vi una isla al Norte, veintiséis leguas, la llamé de la Asunción, a otra La Concepción, otras tres isletas, Los Testigos y a otra Cabellas de Romero, a otras pequeñas las Guardas”

Martes, 14 agosto de 1498
“Entre tanto yo enviaré a Vuestras Altezas esta escriptura y la pintura de la tierra y acordaran lo que en ella se deba hacer con la ayuda de la Santa Trinidad”

Miércoles, 15 de agosto de 1498
“Avisto desde aquí tres islas, llamaré a la más grande Isla de Margarita

Camino de La Española divisó la “Isla Margarita”, en la cual comprobó que sus habitantes pescaban perlas. Cerca de ella otra isla el Martinete. Tiene la Margarita quince leguas de largo, y seis de ancho, es muy verde, y graciosa, y estaba poblada de gentes. Está a siete leguas de la Tierra firme con la que hace un Golfete y en medio están dos isletas, la una Cubagua adonde se han cogido muchas perlas; y la otra Cochen (venado) (…) habiendo andado cuarenta leguas fuera de la Boca del Drago, y muy malo de los ojos de no dormir ante tantos peligros, y como veía que la tierra iba muy extendida para abajo al poniente, vino en conocimiento que tierra tan grande no era isla, sino Tierra  Firme, la cual vio el 1º de Agosto de 1498.   Pagan, p.376

Lunes 20 agosto de 1498
Llegó a la nueva capital de las Indias, La Española, que había sido fundada en 1496 por su hermano Bartolomé en el sur de la isla de La Española.


Este es el período más discutido y cuestionado por los historiadores colombinos, respecto al descubrimiento de Tierra Firme (Venezuela), cuya superficial exploración apenas tomo alrededor de diez días.

Revisión Bibliográfica


Cartografía Plástica, Carta de Paria – Postal.  - Zulay Castañeda.  2000.

Colón Cristóbal, Diario de a bordo. Los cuatro viajes del Almirante y su testamento. Libros de El Nacional. Ed. Torino: Caracas Venezuela. pp. 183 – 206.

El Nacional Domingo 24  Mayo de 1998.  p. H6 / Universidad de Harvard 1939

Pagan, E. V., (1990) El Almirante - la extraordinaria saga de Cristóbal Colón, Monte Ávila Editores: Caracas Venezuela, Cap. 17, pp. 355 – 379