En el año 2007 trabajé con una Fundación que se dedica a la seleccion de niños con talento para impartirles clases de Arte. Se hizo una selección rigurosa de 32 sesiones y finalmente se eligieron cuatro grupos de veinte niños repartidos en cuatro municipios en la Isla de Margarita. Se les facilitó todo el material para su trabajo y ellos solo tenían que crear.
El resultado fué muy interesante porque los niños provenían de diferentes estratos sociales y lo que importaba era su capacidad para crear y fantasear. Los trabajos realmente eran de una calidad impresionante. Tambien nos tocó trabajar con niños de la Laguna de la Arestinga y estos eran unas criaturas con unas necesidades impresionantes tanto de afecto como de roce social; jamas habian salido de ese hermoso pero precario lugar, logramos reunirlos con el resto de los grupos y llevarlos a compartir un dia de museo y campo. Los niños de la laguna estaban impresionados con todo el mundo para ellos desconocido hasta entonces. Por otro lado los niños de la ciudad compartieron con ellos y lograron integrarse en un solo grupo, de manera que todos se dedicaron a trabajar y es que en ese momento era el Arte el punto de unión entre ambos grupos. Fue una experiencia inolvidable y aún mantengo contacto con algunos de estos niños ejemplares dispuestos siempre a aprender algo nuevo.