Un mundo de granjeros
Para entender el auténtico significado de las civilizaciones agrícolas que dominaron Mesoamérica, debemos entender primero qué tipo de campesinos las formaban, y cuáles eran sus cultivos principales. Pero ¿cómo podemos saber lo que cultivaban estos pueblos en épocas antiguas? Aunque las plantas han desaparecido hace mucho tiempo, los arqueólogos pueden detectar sus restos mediante varios métodos. Excavando zonas donde la gente vivía y cultivaba, los arqueólogos encuentran restos carbonizados de sus cosechas. Además, los análisis microscópicos de muestras de tierra tomadas de las excavaciones, pueden detectar el polen generado por especies concretas de plantas. En suma, algunas plantas producen minúsculos objetos minerales llamados fitolitos en el lugar donde crecieron. Estos minerales permanecen en la tierra donde pueden ser detectados más tarde. Con estos indicios, surge un "menú" común de los principales alimentos de la región.
Los mesoamericanos eran campesinos notables. Las plantas que cultivaban incluían no sólo las de uso corriente como el maíz, los frijoles, y la calabaza, sin también una amplia gama de otras verduras y frutas populares, como los tomates, los aguacates y la piña. Producían también una serie de plantas comestibles menos familiares, como el amaranto, una de las plantas favoritas de los aztecas y el mamey, un árbol frutal tropical. También cultivaban chiles, que es uno de los condimentos más ampliamente utilizado en todo el mundo hoy en día y una fuerte muy valiosa de vitaminas.
Al igual que existía un menú común de comidas favoritas, también había un mercado común mesoamericano para los productos agrícolas comercializables. El algodón era un importante cultivo y se intercambiaba en toda la región en forma de ropa tejida y bordada. Semillas de cacao, utilizadas para hacer chocolate, eran domesticadas en los bosques de las tierras bajas y en las márgenes de los ríos en la península de Yucatán. El chocolate tenía tal demanda en todo el periodo, que la semilla del cacao constituía una moneda de cambio. Otros cultivos especializados, como el maguey, un cacto utilizado para hacer un tipo de cerveza, también eran objeto de comercio.
Para entender el auténtico significado de las civilizaciones agrícolas que dominaron Mesoamérica, debemos entender primero qué tipo de campesinos las formaban, y cuáles eran sus cultivos principales. Pero ¿cómo podemos saber lo que cultivaban estos pueblos en épocas antiguas? Aunque las plantas han desaparecido hace mucho tiempo, los arqueólogos pueden detectar sus restos mediante varios métodos. Excavando zonas donde la gente vivía y cultivaba, los arqueólogos encuentran restos carbonizados de sus cosechas. Además, los análisis microscópicos de muestras de tierra tomadas de las excavaciones, pueden detectar el polen generado por especies concretas de plantas. En suma, algunas plantas producen minúsculos objetos minerales llamados fitolitos en el lugar donde crecieron. Estos minerales permanecen en la tierra donde pueden ser detectados más tarde. Con estos indicios, surge un "menú" común de los principales alimentos de la región.
Los mesoamericanos eran campesinos notables. Las plantas que cultivaban incluían no sólo las de uso corriente como el maíz, los frijoles, y la calabaza, sin también una amplia gama de otras verduras y frutas populares, como los tomates, los aguacates y la piña. Producían también una serie de plantas comestibles menos familiares, como el amaranto, una de las plantas favoritas de los aztecas y el mamey, un árbol frutal tropical. También cultivaban chiles, que es uno de los condimentos más ampliamente utilizado en todo el mundo hoy en día y una fuerte muy valiosa de vitaminas.
Al igual que existía un menú común de comidas favoritas, también había un mercado común mesoamericano para los productos agrícolas comercializables. El algodón era un importante cultivo y se intercambiaba en toda la región en forma de ropa tejida y bordada. Semillas de cacao, utilizadas para hacer chocolate, eran domesticadas en los bosques de las tierras bajas y en las márgenes de los ríos en la península de Yucatán. El chocolate tenía tal demanda en todo el periodo, que la semilla del cacao constituía una moneda de cambio. Otros cultivos especializados, como el maguey, un cacto utilizado para hacer un tipo de cerveza, también eran objeto de comercio.
En resumen, los mesoamericanos comercializaban los cultivos para intercambiar por productos no agrícolas tales como la obsidiana volcánico y las piedras preciosas verdes, utilizadas en decoración, joyería y como numerario.
David A. Freidel, profesor de Antropología en la Universidad Metodista del Sur, en Dallas.
Su principal obra, de la que fue coautor, es Maya Cosmos, Three Thousand Years on the Shaman’s Path.
2 comentarios:
Zulay me sorprendes con la última publicación, una jamás sabe dónde está tu creación, si allá o acá, si lo quieres realmente muerto, es cuando uno se dé cuenta que es un juego magistral con el tiempo dejas libertad para la imaginación, recuerda que no solo juegas con el tiempo, sino también con los hombres, ¿los imaginas?
Zulay me sorprendes con la última publicación, una jamás sabe dónde está tu creación, si allá o acá, si lo quieres realmente muerto, es cuando uno se dé cuenta que es un juego magistral con el tiempo dejas libertad para la imaginación, recuerda que no solo juegas con el tiempo, sino también con los hombres, ¿los imaginas?
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