Se representan algunas elementos que emergen de la fantasía y el ensueño, la encarnación de un ente, un icono utópico que simboliza la interioridad; se recrea un cosmos mágico, representado por deidades dotadas de poder recóndito y fascinante; lo numinoso como sensación de temor y misterio en presencia de un mundo extraño, una manera de expresar un sentimiento de fusión entre el mundo humano y el natural, la unión entre los acontecimientos de la mente y los del mundo exterior. Su hábitat es una cueva; inspirada en el arte rupestre
Esto lleva al surgimiento y recreación de un ámbito cruel y pavoroso: los empalados; para ello se han creado una serie de elementos que han sido inhumanamente empalados, su origen está dado por la práctica sanguinaria y brutal que sufrieron nuestros aborígenes de mano de los conquistadores cuando trataron de arrebatarles sus creencias e intentaron echar por tierra sus deidades a las que no quisieron renunciar, por lo que, como represalia, resultaron empalados. De igual manera está representada otra naturaleza, un mundo en donde afloran las deidades de nuestros ancestros, en donde cada una de ellas es un ente mágico lleno de poder y misticismo.
Este trabajo se inició como una representación pictórica, iconográfica, esa misma entidad mágica ha continuado representándose tanto en xilografías como en planchas grabadas al ácido. Se mantiene una propuesta conservacionista empleando para ello materiales que podrían considerarse de desecho y que al ser trabajados, pasan de ser objeto a ser sujetos. Es un trabajo realizado con elementos tomados de la naturaleza, se aprovechan huesos de varias especies, en su mayoría de pescado, se mezclan diferentes fibras, con hojas, flores secas, plumas, cera de abeja, tierra, arena, algas preservadas, maderas de barcos, redes, metales; alambres para unir los diferentes elementos; es decir, un juego con el objeto encontrado e incorporado a la obra, en este caso, buscando la tridimensionalidad y a manera de ensamblaje se colocan empalados en un pedestal.
La propuesta plástica que nos ocupa viene dada por el aprendizaje y ejercicio constante de la Medicina Veterinaria, tarea ésta asumida durante largo tiempo con los animales, la preparación, disección y autopsias de cadáveres de diversas especies, el uso de peces para la presentación de clases de Ictiopatología, zoología acuática y biología marina, la recolección de muestras y su respectivo análisis en el laboratorio para detección y diagnóstico de enfermedades, el proceso de preparación de huesos de animales para elaborar armazones óseas y su posterior exhibición tanto en laboratorios de anatomía como en museos marinos, en síntesis es parte de la experiencia en el ejercicio de la profesión como médico veterinario, que al concatenarla con el Arte surge un trabajo libre, espontáneo y creativo en donde se amalgama lo aprendido con la necesidad de expresar a través de una obra, la fusión del Arte y la Ciencia que inexcusablemente se conjugan en esta representación.
Se exhibe una propuesta conservacionista: “La preservación de la vida en el Universo, el Ser Humano en su individualidad y en su relación con los otros y con el mundo, sin dejar a un lado a los animales, a la flora y a los elementales, como algo ineludible para mantener la vida en nuestra Madre Tierra. Se siente en este trabajo una carga de sentimiento, pasión, sensibilidad, obedeciendo a ese grito interno que mueve a la artista a sacar desde adentro lo que quiere decir sin tapujos ni rodeos. Esta obra se desarrolla en un mundo mágico, sin tiempo, recóndito, es un juego con la fantasía, la ilusión y el ensueño, en donde se recrean seres imaginarios a quienes se les va dando vida propia e inventándoles una leyenda a todos y cada uno de esos aliados imaginarios.